Un poema en el pentagrama de Vivaldi

Revista Literaria Galeradas. Pentagrama

Por Adolfo Marchena

Revista Literaria Galeradas. PentagramaLas primeras manifestaciones musicales descifrables y escritas que se conservan en manuscritos son originarias de Grecia. De hecho, la palabra música (mousike) proviene de los griegos. Platón consideraba la música como la base de la educación. Uno de los capítulos de su República está dedicado a este arte. Apenas se han recuperado fragmentos de piezas griegas en papiros y los que se han hallado datan de periodos tardíos. Encontramos referencias en los textos clásicos, entre ellos los homéricos, como el Himno homérico a Apolo; y también en las Metamorfosis de Ovidio. Destacan las seis Sinfonías conservadas de C. D. Dittersdorf o las seis Metamorfosis de Benjamín Britten para oboe solo. La historia de la ópera ha bebido de los mitos codificados de Ovidio; basta recordar a Charpentier, Lully, los hermanos Joseph y Michael Haydn, Häendel, Strauss, etc. Aristóxeno de Tarento, por su parte, contribuyó a la creación de la notación musical griega, que tuvo gran importancia en el desarrollo posterior de la teoría de la música. Aristóxeno fue un escritor griego sobre teoría musical. De sus innumerables obras sólo dos se han conservado parcialmente: Elementos armónicos y Elementos rítmicos. En Elementos armónicos dice: Estas dos cosas coexisten verdaderamente en la música: la sensación y la memoria. Hace falta, en efecto, sentir lo que pasa y acordarse de lo que ha pasado.

Durante la Edad Media se manifestaron diversos fenómenos musicales como el canto gregoriano, la música profana y la polifonía. A pesar de que la música religiosa fue la más importante durante este periodo, existió otro tipo de música que no tenía ninguna relación con el culto a la religión; la música profana. Surgieron, así, las figuras del juglar, el trovador, el bardo y los ministriles. Los trovadores fueron poetas o compositores de canciones en lengua romance. Surgieron en la región francesa de la Provenza. En el romance llamado provenzal o lengua occitana los trovadores componen su arte entre los siglos XII y XIV. A diferencia del juglar, los trovadores pertenecen a una clase social más culta y de alto nivel. Creaban y componían la música de sus poesías sometidas a las estrictas reglas aprendidas en las Escuelas palatinas y monásticas sobre gramática, métrica y retórica. Algunos nombres de trovadores conocidos son: Guillermo de Poitiers (es el primer autor conocido), Jaufré Raudel o Bernart de Ventadorn, entre otros. A partir del siglo XI se origina un procedimiento revolucionario llamado polifonía. Se puede definir como el arte de combinar sonidos y melodías distintas y simultáneas.

Trovadores que han llegado hasta nuestros días bajo el apelativo de cantautores. Destaco algunos como George Brassens, quien fuera el mayor exponente de la trova anarquista del siglo XX y uno de los más grandes dentro de la Chanson Française. Guiado por la obra de autores como Víctor Hugo o Louis Aragon, a los que también musicalizó, ha influenciado a músicos como Loquillo, Javier Krahe o Joaquín Carbonell. Uno de sus temas más célebres, La mauvaise reputation, fue traducido y cantado por Paco Ibáñez. Decía Aldous Huxley que: Después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música. Leonard Cohen, además de cantautor, fue también poeta y novelista. La sensibilidad de sus letras y la gravedad de su voz hacen de este cantautor “uno de los cantantes más fascinantes y enigmáticos de finales de los 60”, en palabras del crítico Bruce Elder. Leonard Cohen dijo que: La música es la vida emocional de la mayoría de la gente. Se afirma que “el rock era una música de hombres hasta que llegó Patti Smith”. Cantante y poetisa estadounidense saltó a la fama con su álbum debut Horses. Influyó en el punk, fue pionera del movimiento feminista y una intelectual en la música rock. Autora de libros como Éramos unos niños, El año del Mono, Devoción o Augurios de inocencia. Son muchos los cantautores que, de alguna manera, se han visto influenciados por la literatura: Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Víctor Jara, Pablo Milanés, Ismael Serrano, Robe Iniesta, Van Morrison, Jorge Drexler, Luis Eduardo Aute, etc.

Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, ha inspirado multitud de canciones. The Beatles, Aerosmith o Franz Ferdinard han dedicado alguno de sus temas a esta original historia. Palabras para Julia es un poema que José Agustín Goytisolo compuso para su hija. Este poema fue primeramente musicalizado por Paco Ibáñez, gran amigo del poeta. Más tarde lo versionarían cantautores y grupos como Los Suaves. Una versión extraordinaria es la de Bebe con Antonio Ranki en la presentación de la película Princesa de África. También existen versiones de Rosa León, Mercedes Sosa con Liliana Herrero, Niquel, Soleá Morente o Kiko Veneno, entre otros. Elliott Murphy, al que muchos consideraron como el nuevo Dylan, es un magnífico cantautor y compositor afincado en París. Al respecto de la comparación, dijo que: “Yo era un joven de Long Island que acababa de volver de cantar en las calles de Europa. En seis meses o así, conseguí un contrato, grabé un disco, salió publicado y ¡boom! Me llamaban el nuevo Bob Dylan”. Autor del libro de relatos Historias de París, Elliott Murphy: Palabra de rock (todas sus letras traducidas al castellano por Alberto Manzano) o Memorias de un outsider, que comprende la novela Tramps, la autobiografía Just a story from America y una selección de poemas y dos canciones.

Gracias a las novelas, los cuentos o los poemas muchos músicos han encontrado inspiración. Algo que también acontece a la inversa. Escritores que se han servido de la música como Antonio Muñoz Molina, gran aficionado al jazz, con libros como El invierno en Lisboa o el título El jinete polaco y de The Doors (Riders on the storm da nombre a la segunda parte de la novela); Murakami con el libro De qué hablo cuando hablo de correr y Reptile de Eric Clapton: Nunca me canso de escucharlos –dice– Especialmente Reptile es un álbum ideal para escucharlo mientras uno corre suavemente por la mañana. Aunque, sin duda, el libro más recurrente sobre música y literatura es Alta fidelidad, de Nick Hornby: Fue con ella cuando me ocurrió lo más importante, las cosas que aún me definen. Algunas de mis canciones preferidas: Only Love Can Break Your Heart, de Neil Young; Last Night I Dreamed That Somebody Loved Me, de los Smiths; Call Me, de Aretha Franklin; I Don´t Want´t to Talk About It, de quién sea. (de Alta fidelidad). Como afirmara Baudelaire: La música excava el cielo.

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