Un lobito bueno

Revista Literaria Galeradas. Lobito

Cuando pasan estas cosas siempre me acuerdo de Goytisolo; no lo puedo evitar:

Revista Literaria Galeradas. LobitoÉrase Una Vez
Un lobito bueno
Al que maltrataban
Todos los corderos.

Érase Una Vez
Un lobito bueno
Al que maltrataban
Todos los corderos.

Y había también
Un príncipe malo,
Una bruja hermosa
Y un pirata honrado.

Que los que defienden el progresismo cultural no dediquen ni un euro a su difusión no deja de ser una paradoja, un oxímoron (ni siquiera saben qué es esto, seguro). Que a la progresía roja se le llene la boca de cultura mientras deja caer a editores y libreros sonaría a chufla si no fuera por lo triste que resulta. Que las actividades culturales hayan muerto —en toda España excepto Madrid— víctimas del coronavirus y de la incompetencia gubernamental es otra evidencia de lo mucho que apoyan la cultura estos progres de YouTube y redes sociales. Sin embargo, estas cosas ya no nos espantan porque lo demás es mucho peor. Sería como preocuparse por regar una maceta mientras el busque cercano está en llamas.

El chic socialista todo lo puede. Por eso, es bonito es ver cómo en lugar de defender la cultura con mayúsculas, este gobierno de pijitos progres cambia leyes para suavizar la condena de un anormal que canta rap. En lugar de defender a libreros, editores, teatros, actores y demás integrantes del mundo de la cultura, las dos facciones del gobierno compiten por suavizar leyes que permitan el oprobio de instituciones y personas fundamentales para el normal desarrollo de esta democracia a manos de un delincuente convicto y confeso que ha cometido delitos repugnantes en el nombre de una libertad de expresión.

Para colmo de desdichas, aparece el siniestro Iglesias a exigir un control de la prensa. Es decir: hay que sacar del trullo a un delincuente en el nombre de la sagrada libertad de expresión y hay que cerrar diarios, radios y televisiones que no salten en la cuerda del gobierno.

A ver si, ahora que estamos enviando tantos aparatos a Marte, aprovechamos y nos cambiamos de planeta, porque este se ha llenado de idiotas que nos toman por imbéciles. 

Y no, no me voy a callar.

Luis Folgado de Torres es escritor y editor

 

  

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