Vamos a acercarnos a la obra Los de abajo de Mariano Azuela. Ya desde el propio título nos muestra el punto del que parte para mostrar su visión de la revolución, que es desde el punto de vista de la clase social baja. El protagonista es un campesino humilde, Demetrio Macías, que se ve inmerso en la revolución a causa de un problema personal entre él y el cacique, e intentar los federales violar a su mujer. Así que comienza la revolución por una “vendetta” personal y no por una ideología revolucionaria.
Realmente representa un motivo por el que los de clase baja participan en la revolución, ya que muchos de los que peleaban en ella, no tenían ideas revolucionarias y como se ve a lo largo de la novela, muchas veces no saben ni porque están peleando.
Otra figura que destaca en este aspecto es el personaje secundario de El Meco, amigo de Demetrio que le acompaña en la revolución con el fin de ayudarle; ya que había gente que participaba por el mero hecho de acompañar a alguien, aunque no compartiesen sus ideales, simplemente por amistad.
De otro lado, tenemos a otro personaje principal; Luis Cervantes, ya que es un hombre que logra beneficiarse de la revolución, tanto en ámbito político como económico. A pesar de que es obligado enlistarse en las tropas federales.
Es el contrapunto a los demás revolucionarios, ya que es un hombre de clase media, educado, con actitud astuta y servil, siendo consciente de lo que ocurría en la revolución y ser capaz de influir en Demetrio y su grupo. Se gana la confianza de estos al ser un estudiante de medicina, pero también por su educación.
A través de la revolución, se diferencian claramente las clases sociales, lo que llevará en ocasiones a desconfiar de Luis Cervantes, apodándole como “el curro”, que tiene significado de señorito. Uno de los motivos de esta desconfianza es que muchos revolucionarios estaban peleando contra el estancamiento de las clases sociales inferiores y los abusos hacia esta por parte de las clases superiores.
Aunque no va directamente relacionado con la revolución, tiene un papel importante y destaca un fuerte machismo durante la obra; la mujer está considerada como fácil de engañar, las usan como objeto, las raptan y los hombres se las roban entre sí. Ejemplo de esto, es el trato que tienen tanto Camila como La Pintada.
Este machismo también está presente en la jactancia sobre las vilezas que se cometen durante la revolución; la lucha está vinculada en todo momento a una idea machista de ser hombre. Muchas atrocidades cometidas en la revolución, son perdonables por ser hombres.
Todo esto influye realmente en la imagen de la revolución, ya que estos abusos cometidos, hacen que se pierda de vista el verdadero ideal de la revolución, en aquellos que realmente tenían una motivación revolucionaria. Incluso en un robo en una casa, Cervantes, llega a comentar que el hecho de robar les desprecia como personas y desprecia a su causa.
El verdadero motor de la revolución está en movimiento a causa de la clase social baja, pero la mayoría de ellos no tienen esa motivación, ni educación necesaria para entender el alcance de esta.
En realidad, la obra; está situada en el contexto revolucionario. Para mostrarnos con mayor énfasis, las carencias de “los de abajo”, como actúan sin saber muy bien porque, llenos de incertidumbres, dominados por un fuerte machismo que quita peso a las crueldades que cometen, a través de la manipulación de las mujeres, con tal de conseguir sus objetivos.
Esta vida, lleva a los campesinos a luchar por sus ideales, uniéndose a la revolución, aunque no todos compartían esa misma ideología; en muchas ocasiones por el simple hecho de protegerse a sí mismos y a su familia. Causando que al final, se desvíen del objetivo de la revolución, que a causa de diferentes traiciones, desamor, robos, muertes… se conviertan más en un grupo de bandidos que de revolucionarios.
Ana Villamor, equipo de redacción Galeradas
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