Entrevista a Isabel Martínez Barquero

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Entrevista a Isabel Martínez Barquero

Isabel Martínez Barquero es una consolidada escritora que he tenido el placer de descubrir y disfrutar de su trabajo. Como escritora cuenta con un prolífico trabajo, manteniendo en todos ellos un alto nivel literario.
En primer lugar felicitarte por tus libros y darte las gracias por la entrevista.

Como lectora he tenido el placer de leer dos de tus libros: Diario de una fuga y La gloria venidera. En ambos la literatura juega un papel importante, aunque sean dos novelas de estilos totalmente diferentes. Eso me lleva a preguntar ¿qué es la Literatura para ti?

La literatura es, ha sido y espero que sea en el futuro la pasión de mi existencia, la llamada continua, la pulsión a la que no puedo resistirme. No me concibo sin escribir y más vale que no pase mucho tiempo sin hacerlo, pues me pongo de mal humor, no me encuentro cómoda y los días pierden su brillo. Tampoco me imagino sin leer, otro de los pilares importantes en los que me sustento.

En las dos novelas que indicas, Diario de una fuga y La gloria venidera, la literatura tiene una vital importancia en la vida de los personajes principales. Se trata de dos novelas que podríamos encuadrarlas en la corriente de la metaliteratura, o, lo que es lo mismo, literatura que habla sobre literatura. De momento, son las dos únicas obras metaliterarias que he escrito.

También en ambos trabajos te sirves de un diario donde un personaje revela lo que siente, ¿Por qué?

En ambos casos, no lo hice adrede, salió así, sin pensar. Y a consecuencia de tu pregunta adquiero plena conciencia de este detalle.

Lo que sí tuve claro en las dos novelas es que lo que iba a plasmar se amoldaba mejor a la primera persona narrativa y, dentro de ella, un diario iba a permitirme reflejar no solo vivencias de los personajes, sino también su mundo interior, con su maraña de ilusiones, proyectos, miedos, dudas… El diario es un cajón de sastre que permite meter lo que el narrador decida.

En Diario de una fuga hallamos una historia de intriga con unas protagonistas que atrae al lector por su fuerza y atractivo personal y por una trama bien hilada. ¿Qué ha sido más difícil la creación de las protagonistas o de la historia?

Fueron surgiendo juntas: protagonistas e historia. No soy escritora de mapa, sino de brújula. Tengo una cierta idea de lo que quiero contar, pero no lo sé desde el inicio. Es más: no quiero saberlo. La primera lectora soy yo y me gusta mantenerme en suspense hasta casi el fin, como cuando leo. Los personajes principales surgen, se relacionan, interactúan entre ellos, surgen los equívocos, las afinidades, ocurren hechos, piensan… y otros miles de matices que hacen que la historia avance y los protagonistas cambien, porque no son los mismos si no hubieran vivido lo que se narra en la novela.

¿Qué rasgos destacaría de este libro?

De Diario de una fuga destaco el inmenso amor por la literatura que sienten Celia Viñas y Carmen Vidal. Mientras que la primera logra salvarse a través de ella, no ocurre lo mismo con Carmen.

También ambas persiguen el amor, aun cuando no lo reconozcan de manera abierta. Con mala suerte las dos en temas afectivos, el lector asiste al complejo mapa emocional de Celia y Carmen.

Por último, quizá destacaría el uso del lenguaje: un lenguaje culto en tanto en cuanto es el empleado por la narradora de la historia en su diario. Celia se explica como es, sus palabras nos la muestran, lo mismo que las palabras de Carmen transcritas en el diario nos revelan a esta última. Somos como escribimos y como hablamos. La palabra nos identifica, señala a los demás cómo somos.

Tu novela La gloria venidera transcurre en un corto espacio de tiempo y la decisión a tomar difícil, ¿te ha costado mantener el nivel de zozobra en el que se encuentra el protagonista?

La gloria venidera es una novela corta (lo que los franceses llaman nouvelle).Eso supone pocos personajes, pocos hechos y pocos lugares. A cambio, exige intensidad narrativa. En una novela larga podemos despistarnos y dar algún paseo de vez en cuando (las llamadas digresiones), pero en una novela corta, y aún más en un relato, caben pocas digresiones. Todo es necesario para la historia que contamos. Y en esta novela no me ha costado mantener el nivel de zozobra por una razón muy personal: yo misma suelo vivir en constante zozobra; bueno, sin exagerar, más bien suelo vivir en la eterna duda.

¿Definirías a Javier como un hombre valiente?

Sí. Aunque duda de continuo y se siente sometido a una gran tensión, es valiente para enfrentarse a la sociedad que lo rodea, que espera de él un modo de vida distinto.

¿Por qué sustentas la obra con tantas citas de autores reconocidos?

Me surgió así en el primer capítulo, al final de mismo, cuando Javier acude a las citas para encontrar apoyo en autores leídos. Para él es un modo de resolver el rompecabezas, al menos de manera transitoria.

Después, me apeteció seguir haciéndolo en los restantes capítulos. Y, así, todos se cierran con citas de autores.
Además, me divertí; pues las citas casi siempre suelen ir al inicio de los capítulos y apartadas del texto. En este caso, van a final y formando parte del texto, ya que para su perfecta compresión hay que estar muy atento a lo que expresan las citas.

¿Ha influido tu experiencia personal en algunos de tus libros?

Si en cualquier novela resulta ingenuo decir que no, pues los autores escribimos desde nosotros y siempre estamos presentes de una forma u otra, ya que no podemos evitar el uso de nuestra propia experiencia, en estas dos novelas metaliterarias, sería ridículo decir que no. Otra cosa diferente es que se cuente la propia vida, eso sí que no o, al menos, no de momento.

Aunque en España no se puede vivir de ser escritor, excepto algún privilegiado, ¿compensa?

A mí me compensa escribir por el solo hecho de hacerlo, porque, como decía al principio, me siento mejor si lo hago.

Lo que está claro es que desde el punto de vista económico no me compensa. Con un criterio meramente económico, son demasiadas horas dedicadas a una tarea que no produce ganancias. Y, encima, te plagian y te piratean al más mínimo descuido sin que puedas evitarlo.

Pero reitero que la compensación es de otro tipo, más interna, menos materialista. Aun cuando de cara a la galería solo parecen buenos escritores aquellos que venden y cobran mucho (¡ojalá me ocurriera a mí!), existen otros que, sin apenas ganancias, se mantienen en la pasión por escribir por otros motivos, como pueda ser el muy loable de perseguir la belleza. Porque la belleza, tanto la física como la moral, da sentido a la vida. O si se quiere, la armonía y la serenidad de dedicarse a lo que uno se siente llamado y en lo que sabe que dará lo mejor de sí mismo, a veces con suerte y a veces sin ella. Pasa en la escritura y en el resto de dedicaciones humanas.

¿Cuál es tu siguiente proyecto?

En esto soy supersticiosa. Nunca hablo de lo que me llevo entre manos. Me creo que si lo hago, lo gafo.

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