La sintaxis empieza por fijarse en el orden de las palabras que componen las oraciones que usamos a diario. Un niño se empieza a fijar en ese orden en el momento que es capaz de formular frases más largas o hacer frases nuevas cambiando partes de otra. Lo hacen de forma inconsciente porque tienen el conocimiento de la lengua interiorizado, por eso, para explicarle correctamente la sintaxis debemos exteriorizar ese conocimiento con ejemplos visuales que sean de fácil asociación y así ayudar a la retentiva de las partes sintácticas.
Primero debemos asegurarnos de que conocen los diferentes tipos de palabras: sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios, artículos, preposiciones… Este paso es esencial para poder explicar bien el orden de las palabras, así el niño entenderá que un sujeto tiene que ser un sustantivo y que un artículo siempre va acompañado. Son nociones básicas sin las que el aprendizaje no daría buenos resultados e incluso puede llegar a frustrar a los niños.
Una vez aclarada esta parte, pasaremos a explicarle las diferentes partes de una en una. Debemos empezar por el sujeto y predicado, para luego especificar que en el predicado hay complemento directo, indirecto…
Los ejemplos antes mencionados deben de ser visuales, es decir, podemos coger un objeto que tenemos cerca y hablar sobre él. En el momento en el que el niño identifique que el sujeto es el objeto del que estamos hablando, habrá dado un primero paso importante para exteriorizar el conocimiento interno de la sintaxis que ya conoce y a partir de ahí, el aprendizaje consistirá en ir sumando.
No es recomendable enseñar más de una parte a la vez ( sujeto, complemento directo…) ya que con los ejemplos el niño podrá ir fijando cada una de las partes sin mezclarlas.
Aunque pueda parecer una tontería, muchos niños tienen dificultades en la educación secundaria a la hora de afrontar la sintaxis porque no se les ha aclarado ni exteriorizado el conocimiento de la lengua del que disponen. Y es una pena, ya que entender el funcionamiento de la lengua es la base para aprender más rápido cualquier conocimiento que implique un estudio a través de palabras. Si para entender un concepto químico tiene que leer una página de texto escrito, pero no conoce la estructura de la lengua, se tendrá que esforzar mucho más y eso alargará el tiempo de estudio que tenga que dedicar para llegar a entenderlo.
Ana B. Villamor, equipo de redacción Galeradas
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