Charlamos con Alicia Padrón Monedero, autora de Retorno a Roma, una novela que fue publicada por la Ediciones Áltera y que ha recibido muy buenas críticas entre los lectores.
Hace meses salió a la venta Retorno a Roma. Desde entonces han sido muchos los comentarios positivos que han ido aflorando. ¿Qué es lo que hace a esta novela tan cautivadora?
Por lo que comentan muchos lectores y críticos, creo que la clave de la novela y lo que la hace tan fascinante, consiste en que logra hacerte sentir, a nivel humano, parte de aquella época y vivir en primera persona el día a día de los personajes de ese momento histórico tan apasionante.
Adicionalmente también se experimenta una creciente tensión sobre toda la trama que rodea al asesinato de Julio César y además resulta muy interesante la relación entre los dos protagonistas, con personalidades sumamente contrapuestas, que se ven obligados a entenderse.
También señalaré que, casi sin pretenderlo, se aprende muchísimo sobre una época que ha determinado nuestro presente y descubriremos que muchas de nuestra costumbres modernas tuvieron su origen hace más de dos mil años.
Todo ello se resume muy bien en una cita de Cicerón que se menciona en el libro: ”No conocer lo que ha sucedido antes de nosotros es como seguir siendo niños”
¿Cuál es el ingrediente principal de la trama?
La novela Retorno a Roma combina tres ingredientes principales: en primer lugar nos sumerge en la vida cotidiana de la Roma del siglo primero antes de Cristo, en segundo lugar nos transmite la creciente tensión que se va acumulando sobre la investigación de un magnicidio que acabaría condicionando el destino de la República romana y por último describe la sorprendente y compleja relación entre dos protagonistas, de orígenes muy distintos y con creencias diametralmente opuestas.
Conseguir que el lector viaje a través de las palabras hacia un destino, en este caso Roma, no es sencillo. ¿Dónde está el secreto para lograrlo?
Yo considero que el secreto de Retorno a Roma consiste en mostrar el aspecto humano de aquellos personajes tan trascendentales y hacernos sentir protagonistas de la vida de aquella época.
La novela se desarrolla en una época de la historia que resulta apasionante y en la que vivieron personajes extraordinarios. Con una distancia de dos mil años pueden parecernos fríos y distantes pero estaban llenos de vida y dinamismo y sus actos han determinado nuestro presente. Pretendía, en la medida de lo posible, traerlos a la vida para que recordásemos y disfrutásemos en primera persona las experiencias tan asombrosas que vivieron.
¿Qué autores te inspiran?
Collen McCullough, Robert Graves, Santiago Posteguillo y aunque resulten aparentemente disonantes con respecto a los anteriores también debo mencionar a Isaac Asimov y Jane Austen. Por supuesto para terminar no puedo olvidar a Julio César, Marco Tulio Cicerón, Herodoto y Tácito.
¿Alguna anécdota con los lectores?
La verdad es que muchísimas. Algunos lectores han contactado conmigo y me han hecho comentarios que resultan muy interesantes y con los que hemos pasado muy buenos ratos, tanto ellos como yo. El problema es que no puedo detallar la mayoría de sus impresiones sin desvelar parte de la trama de la novela.
Hubo un comentario de una lectora que me emocionó muchísimo y creo que nunca olvidaré. No quiero concretar los detalles porque afectan a su vida privada, pero me animó a seguir escribiendo porque me aseguró que ella había disfrutado mucho con la novela y le había hecho olvidar por un tiempo un problema que sufría. Me acuerdo mucho de ella.
¿Qué opinas de la lucha entre el libro electrónico y el libro en papel? ¿Obligados a coexistir?
Sí y no creo que estén contrapuestos. Yo personalmente prefiero el libro en papel porque disfruto mucho más de la experiencia de la lectura; sin embargo el libro electrónico resulta más cómodo en otros aspectos.
Para mí, la conclusión de todo ello es que la magia de lo que nos transmite un libro cada persona la puede conseguir con diferentes formatos.
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