Cartas a los perdidos, de Brigid Kemmerer
Editorial: Maeva
Nº de páginas: 436
Año de edición: 2018
Reseña de Rocío Carralón
Cuando alguien se acostumbra a escribir cartas en papel olvidando la tecnología que nos acompaña día a día, y que poco a poco nos transforma se da cuenta que escribir de esa manera es casi como una forma de vida, parece que vuelcas los sentimientos en el papel de un modo distinto que si lo hicieses tecleando. A Juliet le sorprende la muerte de su madre, no muere de muerte natural, regresaba a casa de un viaje de trabajo y en muere en un accidente y eso la a dejado bloqueada. Por eso sigue escribiendo cartas, incluso estando enterrada, abriendo su corazón para que de esta forma fuese cicatrizando. Pero cuál es su sorpresa cuando uno de los días una de esas cartas está contestada… este es el punto de partida de una amistad que surgirá entre dos desconocido. Declan, el otro protagonista principal ha tenido un accidente en el pasado por lo que ahora todo el mundo le juzga sin conocer absolutamente nada de él. Con las cartas Declan se va abriendo, demostrando que no es lo que aparenta.
Ambos no saben cuánto tienen en común, y que a pesar de cómo han congeniado por carta en la vida real se odian. Ese odio poco a poco va desapareciendo, cuando los dos empiezan a descubrirse a sí mismos. Declan dejará de autoculparse y empezará a confiar más en los demás y por tanto la gente empezará a conocerle.
La narración alterna las cartas, con narraciones en primera persona de ambos dos, de esta forma el lector se implicará más en la vida de los protagonistas.
Creo que la evolución mayor la da Declan, realmente Juliet aprende que no siempre se puede idealizar las cosas y que siempre hay dos versiones de todas las cosas.
Existen varios personajes secundarios, pero excepto uno o dos como el supervisor de los servicios comunitarios de Declan y su padrastro no aportan gran cosa a la trama, aunque sin las interactuaciones con ellos la historia se quedaría coja. Y sin sus mejores amigas ellos no serían lo que son. Rev es el compañero fiel de Declan, y tal vez uno de los personajes secundarios que aporta la moraleja de que por muy oscuro que sea tu pasado tienes que levantarte, que de nada sirve hundirse y esconderse bajo capuchas.
El ritmo de la lectura es bastante ágil, no tenido la sensación de estancamiento, pero por lo general los libros juveniles suelen ser así, te meten rápidamente en la materia y sin prisa pero sin pausa desarrollan la trama. Es lo que más me gusta de la literatura juvenil y también Young adult, suelen tener unos personajes, por muy trillado que esté el tema, cercanos, como si fueses amigos, historias cotidianas, incluso en las distopías, el eje principal es perfectamente aplicable al día a día. No suelen ser pretenciosas y por eso suelen triunfar.
En este caso no hablamos de una relación de amor, es una relación de amistad, de superación, de dolor, maltrato, miedos, lleno de sentimientos. No sólo de las cartas podremos aprender algunas enseñanzas para aplicar incluso a nuestro día a día. No sé pero me ha recordado un poco a películas como Tienes un email, o La cabaña del lago.
Valoración: 4/5
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