Racismo: Un espejo a través del tiempo

Revista literaria Galeradas. Racismo

Revista literaria Galeradas. RacismoPor J. A. Lázaro Montoro 

Existen diversas cuestiones, acerca de uno de los temas más preocupantes y actuales del momento, como es el del «Racismo», o la diferencia de color, entre las diferentes razas existentes. En base a ello, no solo podemos afirmar que sea a nivel estadounidense, por ejemplo, ya que es el gigante americano, uno de los núcleos más importantes a nivel mundial con este problema, sino que va más allá de las fronteras del mismo , y que sin ir más lejos, hasta en el mismísimo Siglo de Oro español, la palabra «negro» era significado de esclavitud .Bien es cierto, que al ser un país con un gran número de habitantes, como bien sabemos, de color, directamente, nos traslada a un gran problema acaecido en el país norteamericano, pero ya en pleno Siglo XVII, multitud de ciudades españolas contaban con un gran número de personas de raza negra, Por lo tanto, este problema, como vamos a comprobar, no solo tiene tintes contemporáneos, sino incluso barrocos, en su defecto.

Me centraré en analizar un poco la situación ante este problema en el citado país, y también, intentaré hacer ver, cómo aún, no ha desaparecido esa connotación negativa que produce el nombramiento de la palabra «negro», en la sociedad. No podemos obviar, de este modo, que incluso hace más de 400 años, ya se podía comprobar la misma, en el teatro español, o incluso en la literatura, hasta el punto, de apenas llegar a contar, con ninguna participación de personas de color, en la rama literaria de siglos pasados.

Hay que dejar bien claro, de qué manera, el racismo irrumpe e influye, sin darnos cuenta, en la vida de las personas, ya sea a nivel social, político, o incluso, cultural.

En el terreno cultural o literario, por seguir destacando el Siglo de Oro, ya podemos apreciar cómo se intenta anular o «invisibilizar», la figura de la persona de raza negra, de manera que apenas tenemos apariciones de personajes de color, en obras literarias, o de teatro, en el citado siglo. Es cierto, que en el teatro barroco, Lope de Vega rompe un poco con este esquema, con su obra: La Victoria de la Honra (1608-1612). En esta obra, el poeta madrileño hace intervenir una serie de personajes negros, entre los que destaca a uno de ellos por encima de todo: «La Mulata».

Dicho esto, ¿es cierto que en el Siglo de Oro, como comprobaremos a continuación, se estuvieran produciendo ciertas apariciones de racismo o discriminación, sin ni siquiera habernos dado cuenta? ¿Por qué se ha ocultado tanto al personaje negro en nuestra literatura? Y algo aún más curioso todavía, ¿somos conscientes de que hemos pasado de tener oculta la figura negra, en diferentes estratos sociales, a aparecer continuamente, pero de manera negativa, como ocurre en el caso de Estados Unidos?

En primer lugar he de afirmar, que en el citado siglo, sin irnos más lejos, en el Quijote, o el Lazarillo, entre otros, tenemos apariciones «enmascaradas» de esclavitud. No podemos olvidar, como en el capítulo XXII de El Quijote, el ficticio narrador creado por Cervantes, Cide Hamete Benengeli, nos narra como Don Quijote y su escudero Sancho Panza, se encuentran en una camino a 12 hombres atados con cadenas al cuello, ¿ acaso no es esto esclavitud? ¿No estaba Cervantes, quizá, haciendo alguna crítica a la sociedad del momento a través de la literatura?

Seguramente así sería, de manera que el movimiento literario serviría a muchos autores, para denunciar discriminaciones sociales, o críticas a la sociedad, como pasa en el caso del Lazarillo. En la misma, nos encontramos otra aparición fugaz en cuanto a un personaje de color negro se refiere: «Zaide». El mismo, era el padrastro de Lázaro, y se presumía o se intuía, en la obra anónima que podría ser un esclavo, ya que fue capturado por robar y azotado más de 100 veces. Es decir, en el caso de la citada obra, no se le está dando al personaje de color, una connotación positiva, sino todo lo contrario.

Si nos paramos a analizar lo descrito anteriormente, verdaderamente creo que sí, sí que era un esclavo el padrastro de Lázaro, ya que saliendo del ámbito literario, la figura negra en el siglo XVI y XVII, estaba vinculada a esclavitud, y trabajo duro, y reflejaba, una connotación negativa en la sociedad. Sociedad esta, gobernada por duques y condes, para los cuales, seguramente, no les sería de agrado, contemplar como sus escritores de éxito apegados, o subvencionados, por la corte exponían en sus obras, a personas de color, como héroes, o como protagonistas de novelas de caballerías, pastoriles y bizantinas entre otras.

El movimiento racial, por tanto, sin declinarnos por ninguna época es un tema que conlleva un profundo análisis. La cultura, la sociedad o la política son factores íntimamente ligados a este, siendo por tanto: «la columna vertebral» del mismo.

Introduciéndonos en el mundo contemporáneo, el odio entre personas, a consecuencia del racismo va más allá de la barrera de la lógica. Sin ir más lejos, en la mañana del 3 de agosto de 2019, ese «odio» entre personas, de distinta raza, en los Estados Unidos, se vio reforzado, cuando un chico apodado el «Supremacista Blanco», fue el artífice de un tiroteo en la ciudad de El Paso, en Texas asesinando a 22 personas de origen latino, e hiriendo a otra veintena. De este modo, la noticia, como es lógico, causa una gran revolución mediática, por ser la más sangrienta de la historia en cuanto a personas de origen latino se refiere. Todo esto, ocasiona que esa «combustión agresiva», en la que el movimiento racista se ve envuelto, aumente, y por tanto, dé lugar, a consecuencias fatales, tales como represarías, por parte de unas y otras razas. A partir de aquí, entramos en un conflicto de intereses, sin ningún tipo de objetivo final concreto, tan solo el odio por un color o una ideología distinta, o incluso por lo diferente.

Gran parte del problema acaecido, se alimenta por la difusión que los medios de comunicación realizan en ocasiones, aislados, «estos», en una ignorancia, sin sentido, y sumidos, en una lacra social sin precedentes… Lacra causante de numerosas rupturas familiares, sociales, o incluso, también de arrojar a personas a los brazos de la marginalidad, delincuencia o drogas entre otras cuestiones.

El nivel social con el que relacionamos el tema expuesto, tiene mucho que ver con un mundo tan oscuro, como es el de la delincuencia, o las famosas, «peleas entre bandas». Este mundo lúgubre, es influido, en ocasiones, por una justicia decantada según estadísticas, en contra de las personas de color o a favor del racismo o la xenofobia.

Actualmente, por consecuencia, no se dispone de un país desprendido del afán racista, refiriéndonos al gigante americano Su estrategia política para favorecer sus intereses políticos y económicos gira en torno al uso del racismo. Esta forma de gobernar, puede acelerar más aún, la rabia contenida entre colores, en un país que sufre una división racial, ya de por sí.

El resultado de toda esta mezcla de agravantes, la podemos comprobar con tan solo introducir en el buscador Google, «Estado Unidos y el racismo» y obtendremos infinidad de secciones referentes a este tema. Por tanto, ¿es justo que una de las mayores potencias mundiales juegue con los valores morales y cívicos de una población para beneficiarse económicamente?

Tristemente, he de afirmar que una vez más, se pone en riesgo, el valor humano o moral, a cambio de un interés económico, y sin ser al final, las verdaderas víctimas, ni negros ni blancos, sino en general, una sociedad dirigida y manejada por unos intereses políticos y económicos que llevan a su terreno, a las diferentes etnias que forman parte de una gran potencia, como lo es Estados Unidos. Digamos que todos estos factores, anteriormente añadidos hacen que aumente cada día más, esta rabia acaecida entre personas, y que por desgracia, nada podemos hacer por remediarlo, aunque si por disminuirlo, pero bien es cierto que es una tarea bastante compleja.

Finalizando este pequeño viaje en el tiempo, desde épocas remotas, como es la del Siglo de Oro, hasta el mismísimo siglo XXI, y tratando de esclarecer un poco el «por qué», se ha castigado tanto socialmente, a la persona de color, mi deducción de todo esto, se basa en la ignorancia, en ocasiones del ser humano, y la falta de valores que como hemos podido comprobar, no existe solo en el mundo contemporáneo, sino incluso en nuestra literatura,

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