El término miedo está definido por la RAE como una sensación de angustia por un riesgo real o imaginario. Podemos sentir miedo por algo real y tangible, o por algo totalmente desconocido que no sabemos qué es y nos lleva a entrar en ese estado.
La palabra miedo procede del latín metus, que significa temor. De ahí su segundo significado que habla de recelo o aprensión de alguien a que le suceda lo contrario de lo que desea. La primera acepción está más cerca del pánico que la segunda, porque la imaginación juega un gran poder.
¿Qué es en realidad? Es una emoción que aparece a causa de una intensa sensación desagradable para esa persona por la vista o percepción de un peligro. No importa si es real o no, porque es la sensación. También es una reacción del cuerpo ante las amenazas o el riesgo, es natural, tanto para nosotros como para el resto de los animales.
Si llevamos el miedo al extremo, estaríamos hablando de pánico o terror, de un miedo atroz que supera los límites de nuestra mente y nos sobrepasa. Porque la realidad es que cada uno tenemos nuestra propia escala para medir el miedo, una escala que no siempre es real, sino que se funda en nuestras vivencias.
El miedo no es una amenaza, es la sensación de defendernos, el miedo vive en nosotros, despierto o dormido, pero ahí está.
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