«Mujercitas» de Louisa May Alcott a lo largo de los años en el cine

Un clásico de la literatura internacional como Mujercitas ha tenido varias adaptaciones cinematográficas, porque después de 150 años desde su creación sigue estando en las estanterías de muchas librerías y casas.

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Su primera adaptación fue en 1933, protagonizada por Katharine Hepburn en el papel de Jo, un personaje que representa los conceptos de independencia, amor y libertad. Conceptos que fueron toda una revolución en una mujer ya que lo primordial era la moralidad y la familia, muy presentes en el libro y bien transmitidos en la película.

Esta primera versión supuso un Oscar como Mejor Actriz a su protagonista, que supo transmitir a la perfección el espíritu de la joven Jo, dotándola de una pasión demoledora que se mezclaba con tintes infantiles caprichosos y ciertas debilidades, que la hacían más humana y más cercana al espectador. El director George Cukor, nos muestra una historia bien unida, más corta que la del libro, pero sin perder un ápice del hilo de la historia.

Estamos ante un film en blanco y negro, en un momento en el que el cine empezaba a incorporar sonido a sus películas y los movimientos de la cámara aún tenían mucho camino por descubrir. Ese estatismo se intenta suplicar con la abundancia de gestos por parte de los personajes, lo que a día de hoy resulta un poco abrumador e incluso artificioso. Es una visión comedida del libro, que no ahonda en el tema del machismo, ya que lo presenta con toques sutiles.

A mediados de siglo (1949) Mervyn Le Roy nos presenta la historia con color, pero similar en las escenas a la versión anterior, con una aumento de calidad y forma. El papel de Jo lo hizo June Allyson, pero podemos disfrutar de Elizabeth Taylor en el papel de Amy, bordando la actuación de la más caprichosa de las hermanas.

La crítica la compara una y otra vez con la versión anterior, por ser casi idénticas y aunque gana en planos a color, es verdad que pierde en la parte emocional, ya que la historia de los dos protagonistas se muestra más fría que en la versión anterior. En esta adaptación se ha dejado un poco de lado la parte introspectiva de la protagonista para dar mayor énfasis al drama de las hermanas en general.

Tuvieron que pasar cuatro décadas para que se hiciera una nueva adaptación en 1994, dirigida por Gilliam Amstrong. Su protagonista fue Winona Ryder y destacó el papel de Susan Sarandon como Marmee. En esta versión se incluyeron muchas escenas no vistas hasta el momento, escenas que han marcado un antes y un después: Ese beso único bajo el paraguas o la quema del libro, que destacan por encima de las películas anteriores.

Es la versión más criticada hasta el momento por su falta de conexión con los momentos emocionales, que se muestran uno tras otro sin profundizar ni transmitir la amplitud de esos momentos fundamentales en el libro.

En 2019 Greta Gerwing reinterpreta la novela con un estilo diferente. Nos presenta un film cargado de sucesos que aparecen en la novela y no se habían visto hasta el momento. Además, cada personaje tiene su propio lugar bien marcado y podemos saber más de cada personaje individualmente.

Su ruptura temporal de la linealidad de la historia con esos flashbacks, aporta a la historia un dinamismo del que carecían las adaptaciones anteriores. El feminismo cobra importancia en modo de reflexión, nos muestra el interior de cada una de las mujeres tocando su parte emocional y conectando con el espectador de forma casi inapreciable. Aunque es difícil igualar a la historia del libro, porque por más que se hayan empeñado las adaptaciones ninguna ha conseguido transmitir la profundidad de la historia al completo, esta última es la que más se acerca a la realidad de la novela.

El paso del tiempo ha demostrado que una novela clásica como Mujercitas, está presente a lo largo del tiempo porque tiene algo especial. Un algo que llama la atención de los directores y que luchan por hacernos llegar esa historia, pero que es tan majestuosa que es difícil de igualar.

Ana B. Villamor, equipo de redacción Galeradas

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