Este vocablo tiene su etimología en el latín epitheton, palabra procedente a su vez del griego con el significado de `agregado´. En relación a ese significado se utiliza en la literatura para designar al adjetivo que acompaña a un nombre, es decir que le agrega algo y lo caracteriza, es decir, resaltas las características que ya tiene de por sí intrínsecas el sustantivo al que acompaña.
El epíteto se ha utilizado y todavía se utiliza mucho en literatura para acompañar a personajes históricos o míticos, resaltando las cualidades del personaje o héroe en sí. Por ejemplo en Homero vemos muchos epítetos como Aquiles el de los pies ligeros. No nos aporta información extra, solo nos resalta una cualidad que ya conocemos del personaje, haciéndola parte del personaje.
En la materia de retórica, el epíteto es un adjetivo calificativo que nos indica una cualidad o característica del sustantivo al que está acompañando. Por ejemplo, ‘roja’ es el epíteto en sangre roja. Porque ya sabemos que la sangre es roja, pero resalta esta cualidad para que seamos muy conscientes de ella.
En general, la vida diaria está llena de epítetos, solo tenemos que prestar atención al detalle y veremos que utilizamos más de lo que en un principio podamos pensar.
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