Entrevista a Clara Asunción García, autora del exitoso libro de relatos «Y abrazarte»
Si tuvieras que presentar Y abrazarte a un amigo, ¿con qué palabras lo harías?
Risas, ternura, ironía, miedo, frescura, dudas, ilusión, torpeza, dolor, inseguridad… En definitiva, todo lo que orbita alrededor de un sentimiento como el amor y de un proceso como el del enamoramiento.
¿Cuál es su esencia?
Pintar un lienzo, una especie de pintura al fresco, de algunas de las mil y una codificaciones que puede presentar el amor (cotidiano, tímido, reencontrado, impetuoso, inesperado, eterno…). De cómo nos sentimos o actuamos cuando nos enamoramos, de las dudas que nos asaltan, la euforia… De las cosas que pueden salir bien, mal o regular, de las ocasiones perdidas y las nuevas que llegan. Con todo, hay algo que deseaba para la antología, esa esencia de la que hablas, y es que el positivismo, el optimismo, fuese el elemento cohesionador, transversal, y que cuando el/la lector/a cerrase el libro lo hiciera con una sonrisa.
Estamos ante un libro compuesto de siete relatos, ¿qué les hace especiales?
Por un lado, la empatía que logran con el/la lector/a. Las historias tocan temas como el paso del tiempo, la pasión, el proceso de estar enamorándose de alguien, las segundas oportunidades o la pérdida de la persona amada y una de las cosas que han dicho de ellas es que cuando las lees comprendes por qué los personajes se enamoran. Creo que alcanzar ese nivel de conexión es uno de los principales objetivos que tiene todx escritor/a y si lo he conseguido, entonces puedo darme por muy satisfecha. Por otro, quería ofrecer un punto de vista distinto, reflejar situaciones naturales, realistas, alejadas de los tópicos de este género, contribuyendo así a dinamitar la idea preconcebida que asalta al/la lector/a cuando a priori ve un libro de esta temática y piensa: «Uf, romántico, qué pereza».
También hay que destacar que todos los relatos hablan de relaciones entre mujeres. Como lesbiana, la visibilidad en nuestro colectivo es fundamental y esta es mi forma de decir ¿Veis? Esto es igual para todas y todos. La misma torpeza, los mismos miedos, el mismo sentimiento que se lo lleva todo por delante. Amar es amar, seas lesbiana, hetero, trans, bi, gay, asexual o como desees vivir tu vida. Unas veces sale bien, otras es un desastre y la mayor parte del tiempo te sientes como si se te fuese a caer la luna encima. Dicho esto, el espectro de lector/a al que va dirigido el libro es universal, Y abrazarte está planteado para todo tipo de público porque, en definitiva, habla de sentimientos que todxs experimentamos.
¿Cuál es el más especial para ti?
Esa es la pregunta más difícil que se le puede hacer a un/a autor/a. Obviamente, ya la misma estructura de la antología, la elección del orden de los relatos, da una pista: cuál colocas primero, cuál a mitad y cuál el que cierra. Podría decirte, así, que serían Fire, Y abrazarte y Corazón cuarteado. Pero todos tienen su lugar especial y si tuviese que escoger uno solo sería La mujer en mi corazón, el más cortito pero también el más personal, ya que está dedicado a mi mujer. Soy algo torpe para decir de viva voz aquello que me resulta más fácil hacer a través de la palabra escrita…
¿Eres consciente de la sensibilidad que transmiten tus palabras?
Vaya, muchas gracias, lo considero todo un halago. Si esa es la impresión que queda en el/la lector/a, puedo considerarme feliz. Escribir sobre el amor siempre es una apuesta difícil, porque corres el riesgo de caer en la cursilería. Obviamente, al final todo queda a la interpretación del/la lector/a, porque lo que a unx pueda parecerle lo más sublime del mundo, a otrx le puede dar dentera. Pero bueno, esto es así: una vez lo publicas, el texto deja de ser tuyo para pasar a ser propiedad de quien lo lee y de lo que siente al hacerlo. Pero si he logrado transmitir esa sensibilidad, maravilloso.
El uso que haces del lenguaje es exquisito, ¿podríamos decir que rozas la poesía en cada relato?
Bueno, eso ya son palabras mayores y le tengo mucho respeto a la poesía y a quien la escribe como para siquiera considerar que mi narrativa llegue a rozarla. En todo caso, eso es algo que deberán juzgar lxs lectorxs. Pero, desde luego, de nuevo es un halago y una gran satisfacción para mí si he conseguido algo así. Siempre intentas hacerlo lo mejor posible y, en mi caso, siempre temo no conseguirlo.
¿Cómo promocionas tus libros?
A través de mis redes, tengo presencia en casi todas ellas, desde mi blog, claraasunciongarcia.blogspot.com, hasta mis perfiles en Twitter, Facebook o Instagram, si bien en esta última red me permito una faceta más personal que literaria.
Ser una autora híbrida que, además, no cuenta con una gran editorial que se pueda permitir el lujo de invertir en potentes campañas de marketing hace que tengas que maximizarte en esa faceta. Hoy en día no se es solo escritor/a, has de convertirte en alguien multitarea y asumir roles que en teoría no deberían corresponderte. Esto tiene su parte positiva, y es el contacto directo con lxs lectorxs, algo que no cambiaría por nada del mundo. Cuando alguien que ha leído algo mío me dice «Oye, he leído esto, esto y esto y he sentido esto, esto y esto otro» y te das cuenta de que son tus mismos sentimientos, aquellos que sentías cuando lo escribías, entonces se produce una conexión especial que te hace ver cuán poderosa puede ser la literatura, hasta dónde puedes llegar sin que medien caminos físicos. Si algo valoro por encima de todo de mi experiencia como escritora es eso: sentir la conexión de quien está al otro lado de las páginas.
El aspecto negativo es que necesitas invertir en la promoción una cantidad de tiempo que podrías emplear para escribir…
¿Algún autor de referencia?
No podría indicar una o uno en concreto, porque he leído muchísimo a lo largo de mi vida y muy variado, pero sí puedo decirte que de un tiempo a esta parte priorizo a las autoras en mis lecturas. Existe un escandaloso vacío en este sentido, lamentablemente las escritoras han sido desalojadas de la historia de la literatura (y, en general, las mujeres de la Historia, con mayúsculas) por un patriarcado que pervierte todo lo que toca, y ya es hora de que empiecen a ocupar su legítimo lugar. En este sentido, tienen una gran importancia iniciativas como Leo Autoras, Adopta una autora o Un año de autoras, cuyo principal objetivo es el de reivindicar y visibilizar la literatura escrita por mujeres, sea cual sea la época, la nacionalidad o el género literario que cultiven.
Pero si tuviera que escoger a una, te diría que Hélène de Monferrand, cuyo Las amigas de Heloïse sigue siendo mi libro de cabecera (si bien, compartiendo trono amigablemente con el Carol de Patricia Highsmith).
Dada la naturaleza de la antología, ¿podría decirse que estás especializada en el género romántico?
En realidad, no. Sí es uno de los géneros que trato, pero en su faceta híbrida, junto con el thriller. Dos de mis novelas, La perfección del silencio (Editorial Egales, 2013) y Tras la coraza (Editorial Egales, 2016), estarían englobadas bajo esa etiqueta de «intriga romántica», pero la única obra íntegramente dedicada «a esa cosa llamada amor» es Y abrazarte. El resto toca géneros tan variados como la novela detectivesca, con la serie de Cate Maynes, que cuenta hasta el momento con dos entregas, El primer caso de Cate Maynes (Editorial Egales, 2011) y Los hilos del destino (Editorial Egales, 2014) y una antología, Sexo, alcohol, paracetamol y una imbécil (Amazon, 2015), o el drama intimista, con Elisa frente al mar (Amazon, 2013), novela esta traducida al francés y publicada en aquel país (Face à la mer, Editions Dans L’Engrenage, 2015).
Debe de ser difícil para un escritor decantarse por una de sus obras, pero, de ser posible, ¿por cuál lo harías?
Elisa frente al mar, sin ninguna duda. Es mi historia más personal y la que más satisfacciones me está reportando, tanto por su excelente acogida como por el grado de identificación que ha alcanzado entre muchas de sus lectoras. Que alguien te diga cosas como que parece que hayas escrito su vida o que es un texto que podría servir perfectamente para explicarle a quien no lo ha sentido lo que se sufre por culpa de la homofobia y que el libro debería ser de lectura obligatoria en las aulas, para mí supone una enorme, enorme satisfacción. De hecho, la novela está recomendada por la web TTrans-formando como material para tratar la diversidad afectivo-sexual en las aulas y como tal forma parte del proyecto Mochilas viajeras. Formar para TRANS-formar, una iniciativa de la citada web que consiste en el recorrido por centros educativos de mochilas con propuestas didácticas, orientadas tanto al profesorado como al alumnado y familias, para trabajar la citada diversidad LGTBQI, la familiar, la identidad de género o el acoso escolar. Es un proyecto que debería ser obligatorio en las aulas, porque el conocimiento de todas las realidades existentes es fundamental para lograr una sociedad mejor, en la que todxs tengamos cabida. Porque para casi todo, la educación, la cultura, es la respuesta.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Siempre lo hago, sea novela o relato, soy de las que no pueden vivir sin escribir. No obstante, he de confesar que en los últimos meses mi ritmo es más lento a la hora de avanzar en las historias que tengo entre manos. Pese a mis esfuerzos, finalmente he tenido que rendirme ante la evidencia de que unas veces las cosas fluyen y otras no, y ahora toca banco de arena. En fin, es algo que no puede forzarse, así que me lo estoy tomando de la mejor forma posible, aprovechando los buenos días para dar un pasito detrás de otro. Actualmente me estoy centrando en una historia, precisamente la que pretende convertir en novela el relato que da nombre a esta antología, Y abrazarte. Está bastante avanzada, pero todavía es un proyecto a medio plazo, así que voy a apelar a la infinita paciencia de la que hacen gala mis lectoras, que me la reclaman, para decirles que Adela y Laura van despacito pero con paso firme.
Por otra parte, también me ronda por la cabeza retomar la serie de Cate Maynes, una espinita que tengo clavada desde que la cancelé justo ahora hace dos años, en un intento de llamar la atención sobre las consecuencias de la piratería, decisión que expliqué en un post de mi blog, Cate no volverá. Esto, no obstante, es algo ya más para el largo plazo, porque aparte de querer centrarme en la novela anteriormente mencionada, lo cierto es que para escribir a Cate se necesita una conexión especial y por ahora digamos que esta se encuentra de bares (por ella) o dando largos paseos junto al Mediterráneo (por mí). Pero querría aprovechar el espacio que amablemente me cedéis para agradecerles de nuevo su paciencia a todas aquellas lectoras que me escriben pidiéndome su continuación. Para decirles que Cate volverá, pero, como la imbécil/desastre que es, ni ella ni yo sabemos cuándo será. Pero que, desde luego, cuando eso ocurra, ellas serán las primeras en enterarse.
Dejar una contestacion