—Hola César, cuéntanos cómo empezaste y qué te llevó a querer adentrarte en este mundo de la escritura después de haber estudiado Biología Marina.
—Desde que tengo memoria me encanta crear historias, es algo que disfruto mucho. Así que he escrito relatos desde que era muy pequeño. Con el paso del tiempo las historias han ido evolucionando.
—Tus palabras nos adentran en el más allá, en el mundo de los seres fantásticos y en lo irracional. ¿Por qué alguien que estudia las células decide escribir sobre lo desconocido, lo místico?
—Desde pequeño me fascina la mitología, no tanto como la biología pero me parece un tema muy interesante. Y también me gusta mucho la literatura fantástica, ya que permite desarrollar la creatividad libre de restricciones y es un terreno donde se puede hipotetizar y reflexionar sobre cualquier inquietud y consideración.
—Tu primera novela El Admovi ha sido el resultado de dejar madurar tu escritura. ¿Qué ha significado para ti publicarla?
—Ha sido una de las cosas más importantes en mi vida. Comencé la redacción de esta novela para superar un estado parecido a una depresión y me ayudó mucho, fue un trabajo que me llenó bastante. Me llevó un tiempo decidirme a dar el paso de registrarla e intentar publicarla. Cuando finalmente la he visto publicada, ha sido una de las mayores alegrías de mi vida.
—La muerte tiene un papel destacado en el comienzo de tu novela. ¿Te ha resultado difícil escribir sobre ella? ¿Qué es lo que te ha costado más escribir?
—En esto hago un poco de trampa, ya que la muerte de estos personajes al principio de la historia no es definitiva, así que no me ha sido especialmente difícil escribir sobre ella. Sin embargo, cuando estás escribiendo sobre un personaje al que piensas matar yo creo que estás libre y que puedes poner toda la carne en el asador sobre ese personaje, mientras que si sobrevive y piensas seguir escribiendo sobre él o ella, te dejas cosas en el tintero para el futuro.
Creo que, en realidad, lo que más me ha costado escribir son los temas románticos y emocionales porque se ha dicho tanto y se han trillado tantas cosas que es difícil escribir algo complicado.
—¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Por qué?
—Brais es el protagonista y creo que tiene una personalidad muy inusual para el género gracias a su sarcasmo, curiosidad, buen diente y pasión por los mapas. Pero la verdad es que siento mucho aprecio por el hada Sigma, que es una chica alegre y aparentemente infantil que hace que todas sus escenas tengan buen ambiente pero que por dentro es muy madura y competente y tiene muy claros cuáles son sus sentimientos. Su relación con el elfo Alasar creo que tiene muchos matices.
—La portada de tu obra está llena de simbología. ¿Crees que el lector podrá adentrarse en el mundo que has creado con facilidad?
—Yo creo que sí. El desarrollo de la portada fue un proceso que llevó unos meses y el artista gráfico tuvo muy buenas ideas para representar este mundo misterioso y sobrenatural pero también alegre y diverso. Una de las cosas que más me gustaron fue la del esqueleto sonriente, a fin de que no fuera siniestro.
—Lo más impactante me ha llegado del editor de una revista online con la que he colaborado, que me dijo que se había leído 100 páginas de una tacada y que estaba asombrado con la novela. Me sentó muy, muy bien.
—Háblanos del futuro. ¿Tienes algún proyecto pendiente?
—Tengo muchos proyectos pendientes en géneros tan dispares como la ciencia ficción, la fantasía y la historia, incluyendo varias posibles secuelas de El Admovi. Creo que tengo que intentar concentrarme de verdad en una para sacarla adelante.
—Gracias por acercarnos un poco más a tu obra y su construcción. Te deseamos tanto éxito como con la anterior e incluso más.
Gracias a vosotros por esta oportunidad.
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