ENTREVISTA A CARLOS ANDRÉS BRUNAL
—Hola Carlos, cuéntanos cómo empezaste y qué te llevó a escribir, puesto que vemos que tus estudios y profesión giran en torno a las Humanidades.
—Bueno, la verdad es que escribo desde antes de comenzar mis estudios universitarios, y empecé a escribir desde que estaba en el colegio, más o menos a la edad de 15 años, ciertamente lo que me llevó a escribir fue una necesidad casi instintiva de querer expresarme, el querer materializar todas esas ideas que rondaban mi cabeza.
—Vemos que eres un gran fan del rock español. ¿Crees que influye este tipo de música en tus creaciones? ¿Tienes otras fuentes de inspiración?
—Totalmente, la música es mi primer referente o influencia literaria, desde muy niño empecé a escuchar a diversas bandas de rock en español que marcaron un antes y un después en mi forma de escribir y aún sigo escuchando a diferentes cantautores que me nutren como poeta, otra fuente de inspiración muy fuerte que tengo es el cine y aunque suene un poco irreverente, la lectura queda en otro plano después de estas dos anteriores, no soy un ávido lector.
—Háblanos de la importancia que tuvo para ti tu primera obra Bajo el hábito se esconden los demonios. ¿Qué ha significado para ti publicarla?
—Bajo el hábito se esconden los demonios fue mi primer hijo, es un recopilado de prosas poéticas que escribí desde los 17 años hasta los 21, y es muy importante porque fue mi primer proceso en el ejercicio de las letras, el cual me dio valor y confianza para seguir escribiendo, esta obra significa mucho en mi vida porque realmente no solo me dio un motivo para estar en el mundo literario sino que también me dio una razón para seguir viviendo (y esa ya es otra historia)
—Tu género literario es la poesía. ¿Qué crees que aporta la poesía al lector que no aportan otros géneros?
—A diferencia de los otros géneros literarios, la poesía es algo más íntimo, que conecta de manera directa al poeta con el lector y hace que este sienta diferentes emociones, hasta el punto de que llegue a identificarse con el sentir del autor, es un vínculo más sentimental y profundo, de total catarsis, en mi opinión la poesía logra una conexión espiritual más allá de la que pueden llegar a crear otros géneros (sin desmeritarlos) y, además es una disciplina que nutre al ser y también lo humaniza.
—La última obra que has publicado con Editorial Adarve Cómo entrar y salir ileso del infierno, tiene un título que da la sensación de que los lectores vamos a encontrar sentimientos llenos de contrastes, bajando al mismo infierno. ¿Se corresponde esto con el interior?
—Cómo entrar y salir ileso del infierno, como ustedes lo han dicho, es una obra de muchos contrastes, de altos y bajos, de diferentes etapas o situaciones por las que puede pasar un ser humano, por esta razón el libro está dividido por segmentos, cada uno es una transición la cual puede hablar de lo más banal, hasta lo más trascendental de la vida misma, es la forma de demostrar que el infierno y el cielo están en nuestra propia realidad y como diría Oscar Wilde: «somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno».
—Sí tuvieras que elegir un poema de tu última obra. ¿Cuál elegirías y por qué?
—No se puede elegir a que hijo se quiere más, cada poema es consecuencia del otro en este poemario, todos subsisten de manera grupal, todos están conectados por un mismo hilo de sentimientos y es necesario que existan todos para que la obra tenga un significado lógico.
—Después de la publicación te habrán llegado impresiones de los lectores. ¿Qué es lo más te ha impactado que te hayan dicho?
—Que soy el Dante Alighieri de la poesía, jajajajaja.
—Háblanos del futuro. ¿Tienes algún proyecto pendiente?
—Claro, ya tengo gestados cuatro poemarios más, los cuales espero también publicar en su debido momento.
—Gracias por acercarnos un poco más a tu obra y su construcción. Te deseamos tanto éxito como con la anterior e incluso más.
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