El Amadís de Gaula una de las obras más importantes de la literatura española, es una obra en constante estudio, por lo que hemos encontrado numerosas ediciones. La edición Príncipe está desaparecida, la primera que se conserva es de 1508 impresa en Zaragoza.
Según un estudio de la Biblioteca Nacional, habría unas dieciocho ediciones antiguas, aunque la más famosa por su formato elaborado con grabados artesanales sería la novena edición de 1539, llamada edición Sevillana (Cromberger), conservada en la Biblioteca Nacional de Colombia de 1500 páginas de extensión con columnas de tipos góticas; está versión fue la más imitada en ese siglo en las diversas copias.
Actualmente las ediciones que encontramos son ediciones impresas para el uso, es decir para que llegue a todos los públicos en una tapa blanda, la más antigua es una de 1978 de la editorial Porrua, que pertenece a la colección de clásicos de la literatura española.
Hay una edición en tela del año 1997 de la Biblioteca de castro, de Garci Rodríguez de Montalvo, que es más apropiada para el coleccionismo por su estética más elaborada. Aunque cabe destacar que ya es una edición en español moderno, como la mayoría de las ediciones actuales.
Adjunto abajo una lista de las ediciones actuales de tapa blanda, apropiadas para el uso de la enseñanza de costes más económicos, que son las que predominan. Cabe destacar que además de estas ediciones impresas, he encontrado dos ediciones digitales (ebook) una de la editorial Linkua de 2007, y otra de Novutulo de 2008, ambas en español actualizado.
Ediciones actuales:
-Castalia (portada rústica) 2ª edición de 1991.
-Cátedra (tapa blanda) 2004.
-Simancas ediciones 2006.
-Ediciones Sm 2009.
-Espasa libros SLU 2008.
-Anaya 1999.
-Editorial Planeta SA 1991.
-Editorial Océano 1998.
Como podemos observar por las ediciones encontradas, es un libro clásico, en uso actualmente, impreso para todos los públicos, encontrado también en formato digital, lo que contribuye a pensar que se usa bastante, y disponible en todas las bibliotecas, ya sean grandes como la Biblioteca Nacional, o una pequeña biblioteca de un instituto.
Ana Villamor, equipo de redacción Revista Galeradas
Dejar una contestacion