China’s Dream habla de un tema desconocido y con muy pocos datos escritos sobre ello. Las madres solteras, esas madres que quieren tener familia sin pareja, de esas madres hablamos en ese libro. Y por supuesto, como no existen muchas opciones de tener familia para una mujer sola, pues llegamos con el tema de la adopción.
Ese libro nos cuenta precisamente una historia a través de una adopción de China. Una historia sencilla, casi anodina, que impacta por su naturalidad y serenidad en medio de un caos ajeno. O como conseguir tejar y reforzar los lazos emocionales entre dos perfectas desconocidas. No es un libro de autoayuda ni de consejos, solo se trata de un cuento moderno de nuestra época con todas las problemáticas actuales. Es una de tantas historias que pueden existir, pero una que se puede leer y vivir de primera mano.
Érase una vez, a diez mil kilómetros de distancia, una mujer y una niña esperando cada una por su lado. Una muy larga espera. Hasta el día que, por fin, pueden conocerse. ¿Pero cómo puede ser ese encuentro tras tantos años de espera, con todo lo imaginado durante ese tiempo?
Es un encuentro lleno de humanidad, emociones, empatía y sobre todo mucho amor. Un encuentro deseado y esperado. Veremos que, con el paso del tiempo, cada una aprende a conocer a la otra, con el único objetivo común de formar una familia. Una nueva familia que nace de las ilusiones de una, las necesidades de la otra, una nueva familia que puede ir creciendo a su ritmo, sin prisas, pero sin pausas.
Todos los momentos evocados en ese libro pueden ser (o son) una realidad a su vez difícil y motivadora, compleja e instructiva, basada sobre la constancia, perseverancia y mucha paciencia. Con ganas se puede conseguir lo imposible, lo inaccesible, lo impensable y merece la pena dedicar su energía en ese sentido para lograrlo.
Ese libro puede y debería animar a muchas personas deseosas de tener hijos a pensar en serio en la adopción, porque ese gesto de amor puede salvar a vidas que muchas veces tienen un destino poco glorioso y con muchas dificultades.
Es un camino lleno de trabas y cada día hay que superarlas para poder avanzar un poquito más, hasta la siguiente que también tendremos que superar. Un largo recorrido, un recorrido humano hecho por humanos y para humanos.
Elena Santos, lectora.
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