¿Es verdad que funcionan los libros de motivación? Vivimos en una sociedad en la que cuando no sabes hacer cualquier cosa, siempre hay alguien a tu alrededor que dice la frase: «Pues hay un libro…». ¡Cómo si leer un libro fuera capaz de darte todos los conocimientos necesarios para realiza una determinada tarea!
Ahora mismo, las empresas no buscan un trabajador con carácter especializado sobre alguna materia para poder desarrollar un trabajo. Al contrario, se busca un perfil interdisciplinar en el que cuanta más cosas sepas hacer, mejor. Claro está que todas esas aptitudes han de ser a nivel especialista. Asunto bastante complejo, por otra parte.
Es ahí donde entran los libros que te ayudan a solventar cualquier tipo de carencia. Por ejemplo, si el trabajo a realizar es de carácter productivo, es decir, un puesto en la fabricación de cualquier cosa, ya sea teórica o práctica, no has de saber hablar en público. O esto era así hasta el siglo XXI. Porque ahora tienes que saber, y además, hacerlo mejor que un profesional acostumbrado a hacerlo todos los días. Pero tranquilidad, que hay un libro que te enseña cómo hablar en público. En él, se pueden aprender consejos como: hay que tranquilizarse, respirar hondo, vocalizar, tener claro de qué se va a hablar y dominar el tema. Como si la vergüenza, el nerviosismo y la sensación de hacer el ridículo delante de determinadas personas fuera una decisión propia.
En cualquier caso, compras el libro —si no te lo han regalado para ayudarte en esas habilidades que peor se te dan—, te lo lees, asimilas conceptos y te dispones a hablar en público: te tranquilizas, respiras hondo, vocalizas, sabes de qué vas a hablar y dominas el tema… pero te pueden más los nervios y te haces un lío en la explicación…
Tranquilo, ¡que hay un libro sobre cómo estructurar presentaciones!
Rosalía de Santos, equipo de redacción Galeradas
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