Esa dama que protagoniza el amor de La Celestina de Fernando Rojas, es conocido, pero cómo es ella. La imagen de Melibea es de una joven hermosa de buena familia, educada al hablar, muy protegida por sus padres al ser hija única.
Al principio de la historia se muestra fría y desconfiada, sobre todo cuando se encuentra con Calisto y este se le declara nada más conocerla en el jardín. Es una joven soñadora y llena de ideales los cuales reprime por su educación; pero cuando Celestina la persuade y acaba enamorándose de Calisto, se desata otra Melibea, desconocida hasta ese momento.
La pasión, los sentimientos que tiene, acaba venciendo a su cordura, dejando volar esos ideales, se vuelve soñadora hasta el punto de llegar a rozar la locura. Pero hace que su personaje sea en cierto modo más real, más creíble, porque es vulnerable a los sentimientos y a las consecuencias de haberlos reprimido tantos años.
Finalmente, con la muerte accidental de Calisto, la poca cordura de la que aún disponía se va, la razón abandona a Melibea, que en esos momentos a causa del amor por Calisto, le arrastra sin control hacia la locura. Deja de ser dueña de sus pensamientos y se guía por el dolor, no viendo ninguna salida, se suicida.
Melibea es el retrato de una mujer reprimida, que cuando tiene la oportunidad de dejar fluir sus sentimientos, no es capaz de controlarlos y eso le causa una sin razón que acaba con su propia vida. Es el ejemplo de la dureza de ciertas circunstancias que hay en la vida, aunque su final sea el ejemplo a no seguir.
Celia López, Colaboradora Revista Galeradas
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