Reseña de Sany Garcés
“Sé que no soy un niño de diez años normal. […] Por dentro, yo me siento normal. Pero sé que los niños normales no hacen que otros niños normales se vayan corriendo y gritando de los columpios. Sé que la gente no se queda mirando a los niños normales en todas partes.
Si me encontrase una lámpara maravillosa y solo le pudiese pedir un deseo, le pediría tener una cara normal en la que no se fijase nadie. Pediría poder ir por la calle sin que la gente apartase la mirada al verme. Creo que la única razón por la que no soy normal es porque nadie me ve como alguien normal”.
Tenía Wonder en la estantería desde hacía tiempo y nunca encontraba el momento de leerlo, si no era por un motivo era por otro, pero lo aplazaba. Y ahora al salir la película ya por fin me decidí y lamento haber tardado tanto en leerlo, porque es un libro precioso con espacio para la emoción, la alegría, la esperanza y que deja muy buena sensación y nos devuelve un poco de la ilusión y la esperanza en el buen hacer y sentir del ser humano.
Es una historia especial vista y contada desde distintos puntos de vista. Por una parte nos la cuenta el propio August en primera persona. Cómo se ve él y como percibe a la sociedad con respecto a él. Pero también nos la cuenta su hermana y amigos, porque aunque él es el afectado directo, las personas que lo rodean se ven igualmente afectadas en algún momento en mayor o menor medida y sus puntos de vista son muy interesantes.
August no eligió nacer así, es el resultado de una mala combinación genética que sucede una en un millón y le tocó a él. Es un luchador nato, tiene un sentido del humor especial, muy fino. Es muy listo y perspicaz. De trato sencillo, amigable. Me he enamorado de este personaje desde el primer momento. Y bueno de su familia también, que aunque se habla muy poco de ella y se conoce a sus padres por encima, son personas que desprenden energía positiva y mucha fuerza.
Me ha gustado la forma en que está contada la historia. Muestra los hechos y provoca reacciones en quien la lee, pero en ningún momento está escrita para causar lástima o pena, todo lo contrario. Nos muestra que cada acto tiene consecuencias, que cada cosa que hagamos trae algo detrás ya sea ahora o en un futuro próximo. Que debemos elegir siempre ser amables con los demás porque con nuestros actos podemos hacer sufrir y siendo amables siempre alguien se beneficia.
Es un libro perfecto para la lucha contra el bullying y no solo entre los niños, porque este es un problema que nos puede afectar a todos independientemente de la edad que tengamos. Creo que debería ser de lectura obligada en los colegios como vía para concienciar a todos de este problema cada vez más presente en la sociedad.
Valoración: 5/5
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