Reseña de Rocío Carralón
Es una novela cortita, a priori parece una lectura sencilla sin muchas pretensiones, pero nada más lejos de la realidad. Desde que Kat invita a sus amigas a Fiji, todas ellas se redescubren a sí mismas. Han pasado muchos años desde la última vez que se han visto, cada una ha tenido un tipo de vida muy distinta, con sus alegrías y sus penas, pero la esencia de las amigas no ha cambiado. Todas tienen secretos que se irán destapando cuando la confianza vuelva a instaurarse en sus corazones.
Encuentran un proyecto en común que les abre muchas expectativas y les vuelve a poner la sonrisa en sus caras, desdibujada por problemas familiares o enfermedades. Lo que al principio no parece una buena idea, se transforma en una magnífica experiencia y vuelven a ser las amigas de siempre.
Narrada de forma sencilla, en tercera persona para los capítulos dedicados a Maya, Sina, LIsbeth e Ingrid, los capítulos dedicados a Kat y a Ateca van en primera persona.
A todas las vamos conociendo progresivamente, ayuda que no hay un único punto de vista, lo que proporciona mucha más información. Al principio parece que Ateca no tendrá un gran peso, pero parece como si fuera el ojo que todo lo ve y con su sensibilidad aprecia cosas de cada una de las protagonistas que van más allá de la simple apariencia, es como si pudiese ver su alma.
Las vidas que parecían, y creían, que estaban acabadas por llegar a la madurez da un giro y les brinda esa mirada a sí mismas para descubrir que son mucho más.
Es una lectura corta, pausada e íntima que ensalza la amistad, algo que nunca tenemos que perder por muchos años que pasen.
VALORACIÓN 4/5
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