Esta semana pretendemos acercarnos a esta palabra que está tan presente en la sociedad en la que vivimos. Los medios de comunicación la emplean a menudo en sus noticias, debido a las situaciones o sucesos lamentables que afectan tanto a personas y colectivos de nuestra era.
En realidad, podemos decir que la tragedia va vinculada al sufrimiento humano. Ya en la antigua Grecia, se utilizaba esta palabra para referirse al género teatral en verso, que desarrollaba temas de la épica antigua centrados en ese sufrimiento humano, así como la muerte y las peripecias llenas de dolor que hay que soportar en la vida humana.
En la tragedia el final siempre es funesto, tanto en la literatura como en la realidad, porque describe a la perfección esa situación de desamparo en la que no se puede hacer absolutamente nada para cambiar lo que ha pasado. Por eso también ha estado y estará muy presente en nuestra literatura, caracterizada en ocasiones de manera brillante:
«Las más grandes tragedias de los hombres parecen llegar como sin pensarlas, con su paso, de lobo cauteloso, a asestarnos su aguijonazo repentino y taimado como el de los alacranes». La familia de Pascual Duarte, CAMILO JOSÉ CELA.
«Todas las mujeres llegan a parecerse a sus madres. Esa es su tragedia. En los hombres, ninguno se parece. Y es la suya». La importancia de llamarse Ernesto, ÓSCAR WILDE.
«La tragedia no es morir, sino que te sacrifiquen». Hannibal, THOMAS HARRIS.
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