Los exemplum, ¿qué son?

Los exemplum son narraciones cortas que aparecen insertadas en sermones medievales con el fin de ilustrar, aligerar y mantener la tensión del discurso o predicación, sobre todo después del siglo XII.  Su origen se remonta a la Antigüedad, pero fue un género literario muy cultivado, sobre todo durante el medievo, que ejerció una gran influencia en la producción literaria de los siglos posteriores.

Su procedencia es muy diversa.  Por un lado, viene de textos religiosos como la Biblia, contando anécdotas de los padres de la Iglesia, vidas de santos o milagros. Pero también hay composiciones profanas de textos de la Antigüedad clásica, como ejemplos históricos, cuentos orientales o fábulas tradicionales como las de Esopo. Su finalidad didáctica le acerca a su nombre, pudiendo encontrarse reunidos en los llamados ejemplares.

En las predicaciones medievales, los oradores recurrían a compilaciones organizadas alfabéticamente. Las primeras de las que hay constancia son de principios del siglo XIII. Las primeras están escritas en latín y es a partir del siglo XIV cuando aparecen ya en lengua romance, para estar más cerca del pueblo, que es el que tiene que recibir el ejemplo, para ponerlo en práctica.

Su función dentro del discurso en el que está insertado nos aclara los rasgos que caracterizan a estas narraciones. Humberto de Romans, en su Liber de dono timoris, recomienda usar los exempla para catequizar a espíritus sencillos, pero se debe ser buen narrador para hacerlo. Los relatos de los exempla se utilizan como verídicos ya que están destinados a insertarse en un discurso como reflejo instructivo de la vida cotidiana, para que los oyentes sigan ese ejemplo. Tienen que ser breves, porque son lecciones con ejemplos del pasado y valor perenne, pero al estar inserto dentro otra narración como apoyo, no forman un género narrativo independiente.

Desde un ejemplo general, se ajustan a un caso concreto explicando la importancia y significado de principios generales comparados con una conducta ejemplar o censurable de un individuo. Es una especie de cuento, contado a los oyentes para moralizar, para instruir, pero carecen de valor fuera de contexto.

 

Juan García Román, colaborador Revista Galeradas

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