«La hija del relojero» de Kate Morton

FOTO PORTADA LIBRO LA HIJA DEL RELOJERO EN REVISTA LITERARIA GALERADAS
FOTO PORTADA LIBRO LA HIJA DEL RELOJERO EN REVISTA LITERARIA GALERADAS

«La hija del relojero» de Kate Morton

Editorial: Suma

Nº de páginas: 560

ISBN: 9788491292173

Impresiones

Reseña de Lourdes Pacheco

Cada vez que anuncian la publicación de un nuevo libro de Kate Morton soy la primera en anotarlo e ir corriendo a la tienda a hacerme con un ejemplar. Morton tiene un estilo muy particular sobre el que construye unas tramas muy cuidadas. Por ello, mis expectativas sobre La hija del relojero estaban muy altas.

Esta novela comienza con un prólogo que nos situa en el año 1860 para más tarde trasladarnos a un presente donde conoceremos a Elodie, una archivista que encuentra una caja en cuyo interior hay una foto y numerosos bocetos pertenecientes a un pintor veneciano llamado Edward Radcliffe. Elodie comenzará una ardua investigación para descubrir más acerca de esos objetos a la vez que a su memoria vendrá una casa que aparecía en uno de los cuentos que le contaba su madre y que guarda similitud con uno de los bocetos. Además encontrará una historia de amor reflejada en esa fotografía, que además esconde un misterio: ¿quién asesino a la prometida de Edward?

Su mirada se posó en una caja de cartón encerado que había en el suelo, junto a su escritorio. Llevaba ahí desde el lunes por la tarde, cuando una avería en las cañerías de la oficina de arriba les había obligado a evacuar de inmediato el viejo guardarropa, una ocurrencia arquitectónica de última hora de techo bajo en la que Elodie, si no le fallaba la memoria, no había entrado en los diez años que llevaba trabajando en ese edificio. La caja había aparecido bajo un montón de cortinas de brocado polvorientas al fondo de una vieja cómoda, con una etiqueta escrita a mano que decía: «Contenidos del cajón del escritorio de la buhardilla, 1966, sin clasificar».

Como en novelas anteriores, la autora maneja la historia en dos tiempos, intentando investigar el pasado desde el presente. Y en ambos tiempos ha creado historias atractivas, de tal manera que el lector no se decante por una o por otra.

«En nuestra familia hay una historia -bueno, un cuento de hadas- que ha pasado de una generación a otra. Hace unos días descubrí que tiene lugar en esta casa. Mi tío abuelo me dijo que una amiga de aquí, alguien de la aldea, le contó el cuento cuando era niño. Él se lo contó a mi madre y mi madre me lo contó a mí. Es un cuento especial para nosotros; y esta casa también es especial».

Los personajes están muy bien perfilados, y las mujeres vuelven a ser las protagonistas absolutas. Sin embargo no puedo dejar de destacar la casa Birchwood Manor, que por la forma en la que es tratada a lo largo de la historia, por sus misterios y por cómo página tras página nos va presentando a todos los que habitaron en ella, es un personaje más.

Ritmo ágil, estilo pulcro, trama bien hilada que mantiene nuestra atención de principio a fin. Es una novela para degustar despacio, para empaparse de sus descripciones, para conocer la profundidad de sus protagonistas, para poder descubrir todos sus secretos. 

Kate Morton es una de esas autoras que puedes recomendar sin temer equivocarte. Esa fluidez y esa ternura que emanan sus historias son la esencia de sus novelas.

VALORACIÓN: 4/5

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