«Cría cuervos» de Saura

En 1975 Carlos Saura nos acerca una obra peculiar, cuyo título alude al refrán «cría cuervos y te sacarán los ojos». Con ese título tan sugerente, nos muestra ya desde el principio que hay más de lo que vemos a simple vista.  Utiliza la cultura popular del refranero para hacer ese título sugerente y demostrar que el cine puede beber de cualquier fuente que le rodea.

Llama la atención el protagonismo de la mujer frente a la cámara, la actriz estadounidense Geraldine Chaplin. Una protagonista que se dirige directamente al público para hablar de su infancia, exponiéndose sin temor ante el ojo crítico del público. Saura nos hace llegar a través de la niña (Ana Torrent) su dolor, el de la pérdida de su madre a la que rememora continuamente, llegando a pensar que la tiene de verdad frente a ella, la niña no discierne entre la realidad y la alucinación. Dolor que se agrava con la culpabilidad al pensar que ha sido responsable de la muerte de su padre. Demasiada carga, que se muestra a la perfección con esos primeros planos de la cara de la niña. Carlos Saura consigue sacar de Ana Torrent lo mejor en cada plano, como ya hizo Víctor Erice en El espíritu de la colmena, nos trasmite con sus gestos y su mirada sus sentimientos, ese desasosiego de una niña perdida en su dolor. Las tres niñas que viven en la casa muestran distintas etapas de la madurez infantil, la cual se refleja al hablar de temas como la muerte, porque según su edad las preguntas son más o menos complejas.

Vemos una gran influencia de la fotografía en la película, de nuevo la intertextualidad se presenta bebiendo un arte de otro. Lo que parece un álbum familiar, toma el control de la pantalla presentando a los protagonistas del film y haciendo que el espectador deduzca las relaciones interpersonales.

Más allá de la historia interna de la protagonista, Cría cuervos es el retrato de un país que vive en la incertidumbre tras la muerte de Franco. Ese momento histórico de cambio y desconcierto se refleja en el ambiente del film, a lo que sumamos el desconcierto de la protagonista como adulta y como niña, con un simple movimiento de la cámara en horizontal hace un salto temporal que desconcierta al espectador y provocando la incertidumbre que se sentía en aquel momento histórico.

La película está dotada con toques de surrealismo, que vemos en ese plano de las patas de pollo en la nevera y numerosos contrastes. Esa canción que se repite hasta la saciedad ¿Por qué te vas?, es casi un himno para la protagonista, que asocia inevitablemente a la muerte de sus seres queridos, convirtiendo así un éxito de la época en una especie de marcha fúnebre. Un surrealismo que contrasta con la sencillez de la vida que debería llevar una niña y que muestra otra fuente (la música) de la que bebe la película.

Cría cuervos marca un comienzo para Carlos Saura, ya que en su momento a pesar de llevar muchas películas sobre sus hombres, en esta se estrenó como escritor. Siendo el culpable de cada una de sus líneas. Ese y otros guiones, los encontramos publicados como obras literarias, de los que se puede disfrutar en papel, como si de una obra dramática se tratara. Aunque hay que tener en cuenta que para su autor eran un mero instrumento como punto de partida para la que realmente es su obra maestra, la película.

Ana B. Villamor, Revista Galeradas

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