Miguel de Unamuno es sin duda una de las figuras más emblemáticas de nuestra literatura. Pero no solo de la literatura, también del pensamiento filosófico y político.
La nueva película de Alejandro Amenábar, situada en plena guerra civil española, podría parecer a priori otra película más de la contienda, sin embargo lo que hace realmente es mostrarnos un profundo e impecable retrato de don Miguel (así llamado por todos) en la época más controvertida de su vida.
Ríos de tinta se han dedicado a las posiciones políticas de Unamuno a lo largo de su vida, y mucho se han criticado también los cambios y virajes por los que transitaron sus opiniones. Amenábar nos acerca a la persona, nos explica quizás el porqué de estos cambios, y finalmente nos ofrece una visón más honesta y quizás también más realista: a veces, hasta los más ilustres pensadores cambian de opinión, incluso se equivocan, y no por ello han abandonado el raciocinio, es más, las circunstancias personales de su vida pueden influir en estas opiniones.
Don Miguel quiere debatir con uno y otro bando, quiere conservar el café diario con su amigo republicano y con su amigo clérigo, pero esa España que hoy, 80 años después sigue tan presente, parece no dejarle, parece obligarle a decidir en qué orilla dejar su ropa antes de nadar.
Abrazando esta impecable interpretación de Karra Elejalde como Unamuno, Amenábar nos dibuja a los militares del bando nacional y su relación con él. Entre medias, la guerra, la universidad, la familia, la vejez y siempre acechando, la muerte, que nos coloca a todos en la casilla de salida, sin importar el color de nuestros pensamientos.
Pasen y vean, merece la pena. No es una película más de la Guerra Civil, es una película sobre Unamuno, es una película sobre la España de siempre, y sobre la de hoy.
Y es la demostración del estado de gracia de Amenábar.
Andrea Fernández Greciano, Revista Galeradas
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