Entrevista a Pablo Palazuelo, autor de «¿A quién teme el diablo?»

Tras el éxito de «Nunca es tarde para morir» muchos lectores esperan con curiosidad su nueva novela. ¿Qué ofrece «A quién teme el diablo» para llegar a ser un bestseller?

Ofrece algo nuevo para cualquier lector, porque, en esta ocasión, el propio lector se verá reflejado en la novela como nunca lo había hecho antes en un libro. ¿Y cómo se consigue eso?, te preguntarás. Para responderte, solo puedo decirte que tienes que leerla.

Sin desvelar la trama, ¿qué características tiene para conquistar a los lectores?

Por ejemplo, la frase con la que arranca el libro: ¿De qué color soy cuando estoy enamorada? Esta frase no solo sirve para generar intriga, sino que también hace referencia a aquello que somos en realidad por mucho que tratemos de ocultarlo.

Las primeras opiniones hablan de una novela brillante, explosiva y original. ¿Qué adjetivo usarías para describirla? ¿por qué?

Por utilizar un adjetivo diferente a estos que mencionas, yo diría que la novela va a dejar desconcertada a mucha gente. Los motivos son dos. Por un lado, la temática, la cuestión sobre la que gira todo el libro. Es algo que afecta a todo el mundo, sin excepción. Y es sorprendente. Por otra parte está el argumento, porque aprovecha muy bien esa temática, y, cuando el lector termina el libro, se queda, según me dijo uno de los lectores de prueba, conmocionado.

Ha reducido su longitud respecto a Nunca es tarde para morir, ¿crees que este detalle es importante a la hora de escoger una lectura?

En mi opinión, la extensión de la novela no es motivo para su éxito o fracaso, sino lo que se le ofrece al lector en esas páginas, pocas o muchas. Otra cosa es que resulta más difícil mantener la tensión en un libro largo que en uno corto. Ahora bien, si es demasiado corto, lo más probable es que el lector se sienta engañado.

Te mueves con elegancia en el género negro, ¿te ves capaz de escribir un libro de otro género totalmente opuesto?

Yo creo que sí, pero el tiempo lo dirá. De hecho, estoy trabajando en unos apuntes para un novela de una temática muy diferente, en la que decidí meterme después de uno de esos escasos momentos que uno tiene de inspiración brillante. Y pensé que posiblemente mereciera la pena darle forma a esa idea.

¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir esta historia?

Desde que tuve la idea central de la historia hasta que la publiqué, unos tres años y medio. Sin embargo, habría que descontar un periodo muy largo, de más o menos año y medio, en el que no hice nada con ella por tener demasiado trabajo. Así que sería más preciso decir que unos dos años.

¿En qué momento surgió la idea?

Más o menos, cuando estaba terminando de escribir Nunca es tarde para morir. Aunque debo decir que no es solo una idea, sino la combinación de dos ideas, que juntas ofrecen un potencial increíble.

¿Con qué sensación te gustaría que se quedaran los lectores al finalizar su lectura?

Me gustaría que se quedarán con ganas de tener más, de más páginas de descubrimientos sobre sí mismos, sorpresas e intriga.

¿Sería posible adaptar «¿A quién teme el diablo?» al cine?

Sería extremadamente fácil, sobre todo por lo poquísimo que costaría llevarla al cine, algo fundamental en cualquier proyecto.

¿Te gustaría publicar con una gran editorial o te sientes cómodo siendo un autor indie?

Como autor indie, gozo de las ventajas de no tener limitaciones creativas. Puedo arriesgar, puedo introducir escenas que nunca verías en un libro de una editorial, puedo hacer una novela de la extensión que el argumento dé de sí, sin necesidad de adaptarme los mínimos de páginas del mercado. Puedo también escribir según fluyan las ideas, sin verme presionado o limitado por un plazo de entrega, que acabaría perjudicando la calidad de la obra. Sin embargo, una editorial, al menos una importante, te otorga un prestigio y un acceso a las tiendas físicas que, como indie, muy difícilmente se puede lograr.

¿Cómo es tu día a día como escritor?

Aburrido. El proceso creativo es tremendamente aburrido. Hasta que das con esa escena o ese dialogo que te resuelve el problema y te desatasca, permitiendo entonces que todo fluya como la seda.

Dínos cuál es esa novela negra que se te quedó grabada en la memoria.

No tengo una que sea claramente favorita, pero, por ejemplo, El tercer hombre me resultó muy llamativa por ser tan eficaz a la par que breve.

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