Érase una vez un grupo de versos libres que se pasean sin permiso por la cabeza de una escritora que ama la poesía. Cada uno tiene un color, una simbología, un significado que permite a la escritora tomar su pluma y escribirlo. Cada uno camina a un ritmo diferente, provocando que la escritora se emocione. Cada verso encarna una emoción distinta que envuelve el corazón de la escritora y provoca que quiera escribir más. Estos versos libres, que leerás cuando quieras, fueron escritos sin prisa, sin pausa, a su propio ritmo: surgieron solos y, lentamente, fueron transformándose en lo que sujetas con tus manos o tal vez visualizas en una pantalla. Son versos que buscan, viajan, se unen, se separan, se encuentran, se hunden, lloran, sonríen, se levantan; son versos que actúan. Mientras lees, quiero pedirte un deseo: acaricia las páginas al pasar de un poema a otro, pasa el dedo por encima de la palabra o el verso que haya despertado algo en tu interior; así sentirá el cariño de tu lectura y disfrutarás del milagro de estar leyendo poesía. Quizá, querido lector, entres tú también en el ensueño y recibas el abrazo de una eternidad hecha a tu medida.
La autora:
Rocío G. Soldevila. Madrid, 1995. Su amor por la poesía empezó con una actividad en el colegio, recogiendo el deseo de su profesora por conocer «el poema de Rocío», y acabó convirtiéndose en la publicación de sus primeras obras: Erotízame (2021) y este poemario que estás sujetando. Estudió Filología Hispánica, grado en Español en Lengua y Literatura (U. Complutense de Madrid, 2017). Profesora de Español como Lengua Extranjera, culmina el máster de Formación de Profesorado de Secundaria y Bachillerato en la especialidad de Lengua y Literatura (U. Rey Juan Carlos, 2019). Su amor por las palabras siguió creciendo hasta el punto de convertirse, también, en correctora profesional de textos.
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