Esta historia llevada a la gran pantalla, nos relata la vida de una niña separada de su madre, poco antes de que estalle la Segunda Guerra Civil, se va con su nueva familia a casa en Múnich. En este hogar aprender a leer y descubre el fascinante mundo de la literatura, un refugio que le llevará a buscar nuevos libros, adueñándose de ellos indebidamente.
Tanto en la película como en el libro el narrador es la misma Muerte, pero en la novela tiene voz de mujer y en la película lo narra un hombre, aunque hay que reconocer que la voz en off hace que cause más impacto que la narración del libro.
La protagonista en la novela se describe como una chica desnutrida, con piernas delgadas, pálida y con cara de hambre, rubia y de ojos castaños. Vemos que en la película dista mucho de esa chica, porque tiene las mejillas rosadas, va bien vestida y ojos son azules. Los libros que consigue, varían algunos títulos entre el film y la obra escrita. Además, hay que destacar que en la película hay personajes secundarios que no se mencionan como la pandilla de niños a la que se une la protagonista para robar comida.
La adaptación del espectador a la película es fácil, sin embargo, en el libro debido a los flashbacks, cuesta un poco adaptarse, aunque una vez que coges el hilo, es fácil su lectura. El film resulta más dinámico y aunque se salte algunas escenas del libro, no se nota porque la historia no pierde el hilo en ningún momento. Hay que reconocer que la emotividad es más fácil en la gran pantalla, gracias a ciertas escenas que están preparadas para causar ese sentimiento en el espectador.
Es una película bastante fiel, pese a las diferencias que encontramos entre ella y el libro, desde luego no es la típica que decepciona al lector, aunque siga prefiriendo el libro.
Ana B. Villamor
Dejar una contestacion