—Hola Jesús, cuéntanos cómo empezaste y qué te llevó a querer adentrarte en este mundo de la escritura después de haber estudiado informática.
—Por circunstancias de la vida nunca llegué a dedicarme a la informática, acabé dirigiendo un negocio familiar. Y creo que me adentré en el mundo de la escritura sin darme cuenta.
Me considero una persona inquieta y me gustan bastante los niños, además siempre me he expresado mejor con la escritura que con la palabra, por lo que empecé escribiendo cuentos con moraleja educativa a mis hijos cuando eran pequeños, que aún mantengo inéditos. Pero cuando los niños crecieron y ya no estaban para cuentos… sentí un vacío interior que yo mismo me diagnostiqué como “ausencia de creación”. Y es que, sin enterarme, ya se había instalado en mi mente el gusanillo de la escritura. Por lo que decidí embarcarme en contar esta historia de suspense, acción e intriga que había ido dando forma en mi cabeza desde hacía tiempo. Aunque debido a la complejidad de la trama me costó años empezar, pues no es fácil plasmar en papel lo que a uno le pasa por la mente, y más aún, escribir una historia atractiva y adictiva.
—Tu escritura es una mezcla de novela negra y Thriller. ¿Por qué utilizas esa simbiosis en tus obras?
—Esta historia está escrita a mi imagen y semejanza en cuanto al gusto por la lectura se refiere. Pues a una novela siempre le exijo que sea de lectura ágil, que me tenga enganchado durante toda la historia y que el final me sorprenda.
Paso a explicarte el porqué de esa fusión… De joven me encantaba el cine negro por el carácter mundano y natural que el autor daba a los personajes con sus pasados problemáticos, sus fantasmas y sus miedos, lo que hacía que las historias pareciesen realistas. Por entonces, también me embargaban los thrillers de Alfred Hitchcock por el suspense que generaban, y porque por mucho que intentase prever el desenlace era complicado de conseguir, pues dotaba a la trama de giros espectaculares y realistas, terminando la historia con un final que casi siempre me sorprendía. Cosa que me encantaba, pues me invitaba a reflexionar sobre el argumento de la historia… Y estos dos géneros son los que me engancharon de por vida.
Por lo tanto, lo que escribo es novela negra dotada de ese toque de suspense adictivo rodeado de intriga y acción… quizás más común en los thrillers.
—Tu primera novela Compromiso adquirido ha alcanzado cuatro ediciones. ¿Qué ha significado para ti, llegar a hasta la cuarta?
—En primer lugar, una grata sorpresa que quizás nunca imaginé. Pues en el mundo de la escritura es difícil y complicado abrirse un hueco.
En segundo lugar, el saber que mi tipo de escritura, estilo y género ha conectado con un importante grupo de lectores, me ha dado ese impulso moral que ha hecho que siga escribiendo con enorme ilusión.
Compromiso adquirido ha sido mi primer thriller negro y me ha dado muchas alegrías, ahora Editorial Adarve acaba de editar la segunda, El rastro de la traición, que espero que me siga dando satisfacciones… pues sería un buen indicador de que a los lectores les atrapa la historia y mi estilo.
—Ahora podemos leer tu última obra El rastro de la traición. ¿Sigue la línea de tu primera obra o habrá sorpresas? ¿Qué destacarías de ella?
—Aunque Compromiso adquirido y El rastro de la traición son dos historias independientes con su final, ambos forman parte de una trilogía. Por lo que, al tratarse de la segunda parte, sigue la misma línea que la anterior, pero abre nuevas y vertiginosas investigaciones independientes que generarán muchas sorpresas y reflexiones en los lectores, y que confluyen en un punto común.
Destacaría su adictiva trama, su ágil lectura y el contraste que ofrece el comportamiento de los personajes ante la codicia y la traición, la profesionalidad y la amistad, la justicia y el honor y la injusticia y la corrupción; haciendo partícipe al lector de las reacciones y pensamientos de los protagonistas e invitándolo a la meditación sobre la sociedad en la que vivimos, y el punto de inflexión que tenemos cada persona.
—El escenario principal en el que se desarrolla la obra es Toledo y también sus alrededores. ¿Esto se debe a que lo conoces bien y puedes darnos más detalles?
—Además de poder dar más detalles, pues la conozco muy bien, para mí Toledo es una ciudad que siempre me atrapó. Sus espectaculares e idílicos rincones repletos de misterio y su cercanía a Madrid, donde se supone que tienen que suceder todo tipo de historias, conspiraciones y tramas, me hicieron ver en ella todos los ingredientes necesarios para situar la acción allí.
Compromiso adquirido discurre en Toledo, Madrid y Zaragoza; El rastro de la traición en Toledo y alrededores; y la tercera en Toledo, Madrid y… ya lo descubriréis, pero no son muy cercanos que se diga.
—¿Cuál es tu personaje favorito? ¿Por qué?
—Me caen muy bien todos mis niños, pues los he parido yo a todos y cada uno de ellos. Son gente que nos podemos encontrar a la vuelta de la esquina o en los medios de comunicación, y cada uno tiene una personalidad forjada por un pasado y unas pretensiones. Pero en especial he disfrutado metiéndome en el pellejo y dando forma al carácter de los personajes de pensamientos oscuros que persiguen un determinado fin. Que en esta novela negra hay varios… como en la vida real.
—Sin hacernos spoiler. ¿Qué parte es la que más te ha costado escribir o a la que has dedicado más tiempo?
—Sin lugar a duda, la novela que más me ha costado escribir es esta, El rastro de la traición, puesto que, además de su compleja trama, es el desarrollo de la trilogía. Y dentro de ella, las partes tercera y cuarta me han sido bastante complejas de escribir, puesto que son la resolución de la segunda novela y el enlace con la tercera. Que si no surge ningún contratiempo saldrá el año que viene. Pero sabes una cosa… he gozado mucho escribiendo esas partes, para mí han sido un reto.
—La portada en la que la niebla cobra gran importancia e incita al misterio, ¿Crees que resume la esencia de lo que vamos a encontrar en el interior?
—Muy buena percepción. Siempre tuve en mente esa portada que ofrece ese toque de misterio y ocultación que encontraremos durante toda la novela, y que mi editor supo plasmar a la perfección. Esa portada refleja el contenido del capítulo en el que se efectúa un encuentro en el puente de San Martín… y es el punto de inflexión de la novela.
—Gracias por acercarnos un poco más a tu obra y su construcción. Te deseamos tanto éxito como con la anterior e incluso más.
Ana B. Villamor
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