Por Steffany Kennels
A los amantes de la literatura nos gusta comentar nuestras lecturas. Opinar, compartir y debatir sobre la trama, los personajes…
En mi caso, muchas veces esas conversaciones terminan con una nota metal: «cuando la novela te ha marcado, para bien o para mal, las palabras salen solas». No tienes que pensar qué decir porque los personajes, la trama y el autor hablan a través de ti. Y luego están las novelas como El Fruto Prohibido de Adán. Autoras como Noelia Medina, que te roban el aliento con cada palabra, se adueñan de tu ser con cada párrafo y te hacen formar parte de una historia que te absorben por completo.
Todos tenemos autores de cabecera y luego están, en nuestra recámara, autores que el destino te hace descubrir por casualidad y te preguntas cómo has podido vivir sin sus historias toda la vida.
Con esta novela, Noelia Medina se convertirá en una de esas autoras. Si no la conocéis pasará a formar parte de vuestros grandes descubrimientos y sus novelas a copar baldas de vuestras estanterías sin apenas daros cuenta de que se han convertido en una obsesión.
Su forma de narrar, la facilidad para profundizar en los personajes y hacerlos sentir una parte de ti, sus tramas y sus historias, a las que no les falta de nada y en las que encontraréis varios géneros, os harán vibrar de pura emoción. Eso sí, aviso para navegantes, cuando lleguéis al punto y final es posible que os sintais vacíos de satisfacción. ¿Cuándo fue la última vez que os ocurrió eso?
Contaros que os vais a encontrar en esta novela sin haceros spoiler es arduo complicado, solo puedo deciros que la historia comienza fuerte, con unos personajes con personalidades muy marcadas, fuertes y que sabes que te van a hacer sufrir, reír, llorar y morderte las uñas hasta el muñon. Con un romance de por medio, un asesino, un cadáver, el pasado truculento de nuestro protagonista masculino y esa manera que Noelia tiene de mantenerte enganchado desde la primera palabra hasta el final vais a sufrir una apoplejía sentimental. Vuestro corazón se encogerá, latirá a una velocidad vertiginosa, incluso echaréis en falta algún pum, pum, pero tranquilos, que no cunda el pánico, es el efecto Noelia Medina y El Fruto Prohibido de Adán.
Dejar una contestacion