Bueno, pues soy español (aunque nací en Helmon (Holanda), país que solo pisé durante un mes pues, a los treinta y pocos días, mi madre ya volaba de vuelta con mi hermana, en un boeing de Iberia, de regreso a casa para acabar así sus aventuras de emigrante). Crecí en Olvera, uno de los pueblos más hermosos de la ruta de los pueblos blancos de Cádiz. Y a los 20 años, cuando di por finalizado el fracaso de mis estudios universitarios, me afinqué en Estepona (Málaga), donde resido y pienso pasar el resto de mi vida. Ahh, se me olvidaba: 45 primaveras, casado y con dos hijos.
Crecí en un pueblo rodeado de olivos. Olvera (del latín Olivera), es un pueblo donde todas las familias tienen algún olivar que atender… excepto la mía, aunque eso no quiere decir que no haya ayudado más de un año a recoger la aceituna. Mi padre cooperativista de una fábrica de viguetas y mi madre ama de casa. Estudié en colegio público, cursé aquellos maravillosos años de la EGB donde el docente aún tenía autoridad y el director del colegio era algo así como un ser temido e inaccesible.
Nunca fui bueno en términos de estudios, aunque pusiera empeño, mi cabeza no daba para memorizar más de medio folio y eso me llevó siempre a aprobar por la mínima. Aun así, conseguí mi bachillerato que, aunque se me daban muy bien las letras, opté por hacerlo de ciencias pues mi curiosidad me empujaba hacia la electromecánica. Cuando, en la facultad de telecomunicaciones de Málaga, me di cuenta del error (debí de haber estudiado periodismo y no meterme de cabeza en la boca del lobo con un coeficiente intelectual tan bajo), ya era demasiado tarde y, en una época donde no se daban segundas oportunidades en el ámbito educacional, me vine a la costa del sol a trabajar empezando desde el eslabón más bajo de la cadena de las telecomunicaciones. Telefonía, alarmas y electricidad fueron mis trabajos hasta la crisis del 2008 donde, una serie de factores me llevaron a trabajar en el control de un parking 24h, y donde sigo trabajando sin ninguna intención de cambiar.
.- Aficiones: Mis hijos, todo lo que pueda, donde tenga que ser y a la hora que sea. Siempre ellos y con ellos.
Mi esposa, que trabaja demasiado y con mucha responsabilidad.
Pensar y tratar de traducir con palabras cada pensamiento y sentimiento que se me viene al alma en los momentos más inesperados, y que no me dejan tranquilo hasta que no los saco a través de la escritura.
El cine o, mejor dicho, esa magia que se crea cuando se juntan la fotografía, la música, la interpretación y la palabra.
El café con dulces. Después de almorzar. A solas. Mi café y yo mismo.
.- Rasgo más sobresaliente de tu personalidad: Creo que el saber escuchar. Soy de carácter extrovertido y suelo hablar de sentimientos con la naturalidad con que se habla del tiempo.
.- Cuéntanos por qué decidiste ser escritor: Porque necesito poner en palabras todo aquello que se me remueve por dentro. Quizá sea una manera de ordenar el caos. Quizá me ayuda a entenderlo.
Mis primeros compases en el mundo de las letras fueron en el colegio. Recuerdo que en EGB ya gané un primer premio en un relato a nivel local. Pero nada más hasta que nacieron mis hijos. Supongo que nadie me alentó o apostó por mí. A veces, cuando tu círculo no acompaña, las habilidades tardan más en florecer. Cuando nació Dáriel, el mayor, supongo que los planetas se alinearon: Mis sentimientos afloraron con la paternidad, empezó mi trabajo en el parking (eso me dio horas delante de un escritorio, ordenador y muchos tiempos muertos para reflexionar y crear). Y además, mis hijos me aportan una fuente inagotable de ideas y pensamientos relacionados con ser mejor persona para entregarme a ellos.
.- Autores preferidos y por qué: Pues supongo que los relacionados con el relato y el cuento literario. Empecé deleitándome en el instituto con las rimas y leyendas de Becker, con Chejov, Cortazar… También con los hispanos, por ese maravilloso nuevo mundo del realismo mágico donde Isabel Allende, García Márquez, Laura Esquivel, Vargas llosa, … llenaron mi cabeza de cuentos en cada capítulo.
.- Tu obra favorita de otro autor: Quizá sea “La casa de los Espíritus”. Quizá por la edad que tenía cuando la leí por primera vez, quizá por el descubrir que en una novela también se podía fantasear como en un cuento y, si sabías hacerlo bien, llegar a convertir lo imaginario en algo casi real para el lector.
.- Tu obra favorita de las que has escrito: Oficialmente solo soy autor de dos obras: Un libro de cuentos (Para que duerman mis princesas), y un álbum ilustrado infantil (Mamá, papá, ya soy mayor aunque a veces…). Ambos los escribí bajo la influencia de la paternidad, pero el libro recoge los cuentos que inventé para contarle a mis niños en la cama y eso le da un valor incalculable.
.- Tu estilo literario: El cuento. Me sucede igual que a Chejov; a partir de tres o cuatro folios mi mente se cansa y automáticamente va buscando un final. Me siento cómodo en el relato y el cuento literario.
Si es para leer, me encanta la novela histórica, sobre todo thriller ambientados en la edad media.
.- Una cita de un autor que te guste: Cela solía decir “El que resiste gana”, y no es que haya leído mucho a Cela (aún tengo pendiente La Colmena), pero lo oí decir en un vídeo y me gustó.
.- Obra en la que te encuentras trabajando en la actualidad: Estoy con el boceto de otro cuaderno ilustrado, aunque desde hace unos años tengo en mente (ya voy guardando material en una carpeta), una novela. Pero será para más adelante, cuando mis hijos ya no quieran tanto de mi tiempo.
.- Algo sobre tu manera de entender este mundo: Entenderte a ti mismo. Entender tus emociones. Entender por qué hacemos y decimos las cosas. Entender eso es poder relacionarnos con el mundo de una manera pacífica. Esa paz nos aporta seguridad y felicidad.
.- Tus proyectos inmediatos: El próximo cuaderno ilustrado y mantener el ritmo en la dedicación a mis hijos.
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